«La decisión fue mía, solo mía». María Eugenia Vidal cerró -o eso intentó- el capítulo desdoblamiento, aventura que dio de baja a fines de enero pero que recién el martes, en sus oficinas del Museo Ferroviario, charló con los intendentes del PRO.
Fue la primer juntada del 2019 y convocó, a modo de «contención» -según dijo un presente- a la mesa PRO del conurbano: al cuarteto que integran Jorge Macri; Néstor Grindetti, Ramiro Tagliaferro y Julio Garro, sumó a Martiniano Molina y Diego Valenzuela.
Hubo pedidos, indicaciones y aclaraciones. Que no es momento de empezar la campaña y deben seguir en modo intendentes «mostrando gestión». Habló, con el manual de Durán Barba, que el modelo será de campaña corta y enfocada en las obras.
«Las obras que empezamos y terminamos y las que estamos terminando», explican desde el vidalismo mientras los intendentes ensayan relato de campaña para contraponer esos temas a los impactos negativos de la crisis económica.
Fue, para Vidal, una manera de sepultar el expediente del desdoblamiento electoral que tuvo entre sus promotores a casi todos los intendentes del PRO que fueron, también, los que pidieron que se elimine las PASO.
«Ustedes tienen argumentos para pedirlo y pueden seguir con ese planteo», les dijo a los alcaldes que admiten, en reserva, que en Casa Rosada no hay voluntad de avanzar con una medida que, creen, comparte Mauricio Macri.
Traducción: Vidal no les dirá que no pero tampoco se pondrá al frente de una maniobra para eliminar, como ocurrió en Catamarca y Río Negro, las primarias. Hay una razón práctica: con elecciones simultáneas, debería «suspenderse» también a nivel nacional.
(Fuente: Clarín)