El sector agrario de Argentina reaccionó anticipándose al cambio de gobierno y durante las últimas semanas se incrementaron las ventas al exterior de granos y cereales. La razón es que se teme una implementación o endurecimiento de la política de retenciones a las exportaciones.
Los productores de maíz fueron los que más apuraron las liquidaciones, triplicando el promedio de venta de los últimos tres años en esta misma fecha, de acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
La soja, por su parte, duplicó el promedio de las últimas 5 temporadas, y ya han sacado unos 8 millones de toneladas.
Estos números, trasladados a dineros, significan que los productores agropecuarios vendieron soja, maíz y trigo por más de 600 millones de dólares FOB actuales.
Este apuro para liquidar, cuando en las últimas temporadas decidieron guardar un porcentaje mayor de granos, se debe a que tienen “incertidumbre” con respecto a las políticas que implementará el gobierno de Alberto Fernández.
Incluso, aseguraron que uno de los problemas es que todavía no está definido quién estará a cargo del área agroproductiva y que no tienen un “interlocutor” en el gabinete albertista.