Cómo gestionar las vacaciones durante el COVID-19
(Por Lic. Marina Rovner)
La cuarentena se ha extendido por un período de tiempo más largo del que hubiéramos deseado y es probable que los proyectos invernales se vean teñidos por la situación de la pandemia global. Ante la pregunta de a dónde ir, o qué hacer más allá del trabajo, la idea de tomarse vacaciones podría resultar irreal y quedar descartada sin pensarlo.
Sin embargo, el alto nivel de cansancio físico y mental que la sociedad ha venido sostendiendo a raíz de la crisis, ha bajado en muchos casos el umbral de capacidad para soportar angustias, tensiones y frustraciones. Es importante detectar a tiempo cuáles son los indicadores de estrés que propician el escenario para la aparición de cuadros depresivos, crisis de angustia y pánico.
Signos que indican un alto nivel de estrés:
- Tener bajo nivel de concentración.
- Estar Irritable.
- Generar pensamientos negativos.
- Sentirse desmotivado.
- Estar desganado.
- Percibir agotamiento físico o decaimiento.
- Ataques de ira.
La importancia de tomarse vacaciones
En general, se identifica a las vacaciones con los viajes hacia un destino lejano. No obstante, se puede pensar en las vacaciones como un período de “algo diferente” vinculado a permisos y pausas en las obligaciones.
En el contexto de la crisis global un descanso, no tiene porqué ser largo, incluso sólo un día aquí y allá, se volverá importante para la salud.
Existen diversas formas para disfrutar de“un cambio de aire” fuera del trabajo, sólo requiere de una planificación mínima y brinda la oportunidad de recargarse.
Beneficios de las vacaciones.
- Revitaliza la energía a través de nuevas experiencias.
- Relaja las presiones al bajar las exigencias.
- Flexibiliza las pautas rígidas en los horarios y tareas cotidianas.
- Incorpora el juego y la diversión.
- Descansa la mente.
- Permite un mayor grado de libertad.
- Prioriza las decisiones centradas en el disfrute.
- Posibilita empatizar con los demás.
- Privilegia la creatividad.
Diferentes posibilidades según los compromisos:
- Teletrabajo:
Desde que la tareas laborares que se efectúan en las casas, se trabaja más tiempo porque es más difícil establecer límites. Es habitual que el teletrabajo irrumpa con la cena familiar, la tarde del domingo o con un descanso, tornándose inseparable el trabajo del resto de la vida. Por miedo a perder el trabajo se piensa: “Respondo a esto cortito y listo”. Al mismo tiempo, hay una expectativa implícita o explícita de que la persona que recibe el mail o un watsup, debe responderlo en todo momento, no importa el día ni la hora.
En Argentina, contamos con la Ley N°20.744 de Contrato de Trabajo (LCT) y la Ley N°25.800 que ratifica el Convenio N°177 de la OIT sobre trabajo a domicilio, que refiere a todo tipo de trabajo a distancia, entre ellos, el teletrabajo. El Proyecto se regula a partir del artículo 5, bajo el título del Derecho a la Desconexión Digital, disponiendo que “el trabajador/a goza del derecho a la desconexión digital a fin de garantizar su descanso, su correcta y completa disposición de las eximiciones de cumplimiento de la obligación laboral – sin importar la naturaleza de éstas, así como de un respetuoso ejercicio de su intimidad personal y/o familiar-.
Es fundamental tener en cuenta que no se puede trabajar sin parar y ser productivo, menos en el contexto de una pandemia global.
- Trabajo de manera independiente
Quien es dueño de su tiempo y cobra en función de las horas que trabaja, sabe que tomarse vacaciones es un riesgo económico. Por eso la presión de estar siempre haciendo algo, capitalizando y aprovechando el tiempo al máximo.
Pero también es un alivio y un tipo de diversión regalarse un día con total permiso para no hacer absolutamente nada libre de culpa. Tal vez no sea más de una semana o días esporádicos, pero en esos momentos se pueden realizar muchas actividades placenteras que van a verse recompensadas en una vuelta con mejor disposición.
Ideas para gestionar vacaciones en cuarentena
- Ser turista en casa : Intentar actuar como turista observando con “ojos de niño” que mira por primera vez, mientras salimos a la calle para hacer alguna compra mirando los detalles de las casas, verdedas, edificios, árboles.
- Planificar una celebración, que puede ser con un plan especial de comidas.
- Realizar asuntos pendientes sin presión de solucionarlo todo inmediatamente. La intención es disfrutar de lo que uno hace.
- Liberar la creatividad introduciendo algúna situación atípica como por ejemplo hacer un camping en algún rincón de la casa o patio.
- Es fundamental conectarse con las propias necesidades, escuchando al cuerpo y la mente, buscando espacios de libertad y removiendo actitudes rígidas que imponen horarios y sobrecontrol para uno y los demás.
Las vacaciones son importantes para todos nosotros, independientemente del rol que cada uno ocupe en la sociedad. Hay millones de cosas que hacer y ver aquí cerca. Y además, no es tanto el tiempo ni a dónde nos vamos de vacaciones si no, de cómo se valora.
*Marina Rovner / Especialista en trastornos de ansiedad, fobias y pánico.
Licenciada en Psicología. / Magister en Comunicación y Cultura.
Profesora Titular Universidad Abierta Interamericana. / www.marinarovner.com