(Por Fernando “Cocó” Maineri)
El deportista, o cualquier persona que realice algún tipo de actividad física, o un individuo común, no está exento de sufrir algún accidente, lo que trae aparejado una urgencia.
La Urgencia se define como “una combinación imprevista de circunstancias y la situación que exige una actuación inmediata”. El objetivo fundamental de la asistencia de urgencia es mantener la función cardiovascular e indirectamente, la función del sistema nervioso central.
La evaluación inicial puede incluir la valoración de la necesidad de aplicar los procedimientos de soporte vital del ABC, así como un conocimiento profundo de los signos vitales del deportista. Las técnicas de evaluación inicial también se realizan en los casos de lesión musculoesquelética y de la inconciencia del deportista.
La regla para la reanimación cardiopulmonar es ABC: A: vía aérea permeable. B: restablecimiento de la respiración. C: restablecimiento de la circulación.
Para el tratamiento inmediato de las lesiones musculoesqueléticas deben utilizarse hielo, compresión, elevación y reposo.
La hemorragia puede ser externa o interna, la externa se controla mediante compresión directa, elevación y, como último recurso, mediante un torniquete. La hemorragia interna puede producirse subcutáneamente, intramuscular o dentro de una cavidad corporal.
El shock puede originarse a partir de diversas situaciones. Puede ser hipovolémico, respiratorio, neurogénico, psicógeno, cardiogénico, séptico, anafiláctico, y metabólico. Los síntomas pueden comprender palidez de la piel, dilatación pupilar, pulso débil y rápido, respiración rápida y superficial. El tratamiento incluye mantener una temperatura corporal adecuada, con el cuerpo horizontal y pies elevados.
Siempre que exista sospecha de fractura debe entablillarse la zona antes de trasladar al deportista. Un principio básico del entablillado es que la inmovilización incluya las articulación superior e inferior de la zona de fractura, y no mover al deportista hasta que se le haya entablillado.
Se deben tomar grandes precauciones para mover el deportista gravemente lesionado. Todo deportista inconsciente debe ser tratado como si tuviera una lesión cervical. El traslado de un deportista con sospecha de lesión grave de cuello solo deben realizarlo personas específicamente adiestradas para ello. Se debe utilizar una camilla, evitando cualquier movimiento de la región cervical. Los factores ambientales pueden ejercer un factor efecto adverso sobre la actuación del deportista y perjudicar seriamente la salud. La hipertermia es una de las principales en el deporte.
Cuando el tiempo es frío, el deportista debe llevar una indumentaria adecuada y realizar un correcto calentamiento antes de comenzar la actividad deportiva. Siempre se debe tener en cuenta el factor de enfriamiento al realizar deporte. El deportista debe ingerir la cantidad básica y necesaria de líquido (hidratación) para mantener los signos vitales, tanto en frío como en calor.