(Por Fernando «Cocó» Maineri)
¿Por dónde empezar? Lo primero que debes tener en claro es el objetivo que te planteás conseguir: perder peso, acondicionamiento físico, hipertrofia, etc.
Los medios y métodos dependerán de tus pretensiones, sin embargo existen criterios comunes a cualquier objetivo.
Las primeras sesiones conviene emplearlas en realizar trabajo cardiovascular. Piensa que al principio, las primeras adaptaciones suceden con cargas muy ligeras, un simple pedaleo, carrera en cinta, ejercicios con balones medicinales, servirán como primer trabajo muscular de acondicionamiento.
Por otra parte la activación del sistema cardiovascular representa la base de cualquier acondicionamiento, no solo para la puesta en forma, sino para lograr una recuperación óptima. Finalmente, la movilización de las principales articulaciones en todo su rango, producirá un efecto de lubricación y nutrición de los cartílagos preparándolos para un trabajo posterior más exigente.
Medios cardiovasculares
Una vez que nos acercamos a la zona de trabajo cardiovascular, nos encontraremos con máquinas que podemos utilizar: remos, bicis, elípticos, cintas, reclinadas, etc.
El principal objetivo al iniciarnos, es poder terminar la sesión sin fatigarnos en los primeros minutos, y sobre todo, en la siguiente sesión nos encontraremos recuperados. Para cumplir este criterio, debemos elegir medios cardiovasculares que cumplan tres requisitos:
Que resulten cómodos para soportar la carga durante el tiempo necesario.
Con movimientos que no eleven en exceso la frecuencia cardiaca.
Poco agresivos a nivel articular para evitar sobrecargas en las primeras sesiones.
Siguiendo estos criterios, los medios más indicados son los que no tengan impacto y donde el peso del cuerpo pueda apoyarse.
Particularmente mi favorito es el movimiento en todos sus planos del propio cuerpo, con o sin elementos accesorios.
Comenzar un programa de fuerza.
Sea cual sea el objetivo planteado, el trabajo de fuerza es muy conveniente y recomendado, Es lógico se deba trabajar la fuerza en programas de acondicionamiento y de hipertrofia, pero también en programas de pérdida de peso, eleva el metabolismo y el consumo calórico, y evita sobrecargas articulares en el trabajo cardiovascular.
El trabajo se puede realizar con máquinas isocinéticas o pesos libres.
La ventaja de pesos libres, mancuernas, barras, etc. es la amplitud de movimientos, estabilización de articulaciones, músculos, posturas, apoyos y movimientos funcionales de la vida cotidiana. A tener muy en cuenta la técnica de ejecución.
Muchas personas experimentan una situación curiosa como desconcertante, y es que aunque cueste trabajo creerlo, lo más normal es que el peso corporal se eleve en las primeras semanas. Este mecanismo se da por un proceso de adaptación muscular y fisiológica que experimenta nuestro organismo al ejercicio físico.
Que nuestro cuerpo este bien hidratado es fundamental, vital para conseguir un estado elevado de forma y salud. El resultado de una buena hidratación celular es el mejor tratamiento antienvejecimiento que tu cuerpo pueda recibir.