(por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
Si entrenás fuerte haz de los MASAJES una rutina semanal o mensual, resultan imprescindibles para la recuperación física, evitar contracturas, calambres, dolores…
No pienses que solo hay que correr para estar en forma, es necesario hacer ejercicios de fuerza con el propio cuerpo o pesas en el gimnasio, bandas, balones medicinales, etc., así como andar en bici, caminar, para mantener un buen estado de salud.
Para lograr buenos resultados hay que planificar los entrenamientos, clases, es bueno tenerlo como referencia, motivación y seguir una línea de trabajo.
No corras más de lo necesario, EL VOLUMEN, es para la música. ENTRENA PARA CORRER Y NO CORRER PARA ENTRENAR, evita desgastes de todas las articulaciones, sobrecargas, y elige caminos de tierra, pasto.
Si sos corredor, después de cada maratón en necesario una buena y optima recuperación, no más de 3 maratones al año.
SI ENTRENAS; UNA HORA SIN FUMAR, si sos fumador y te cuesta la abstinencia, al menos esfuérzate para no tocar el cigarrillo en la HORA POSTERIOR a los entrenamientos. Nada más acabar un entrenamiento o carrera, tus alveolos están abiertos al máximo y la nicotina, alquitrán y todos los tóxicos son absorbidos profundamente. Deja pasar al menos 60 minutos…y luego… PIENSALO de nuevo antes de llenar los pulmones de humo.
¿Es tan mala la sal como la pintan?
Se habla mucho de lo perjudicial que es la sal pero conviene aclarar que el sodio, principal componente “malo”, es necesario para la contracción muscular y si se pierde en exceso al sudar hay que compensarlo.
La mala fama se debe a que en general nuestra dieta contiene demasiada sal. Aproximadamente el 40% de la sal es sodio, pero de hecho en el queso, el pan, los embutidos, los platos precocinados, en muchos aperitivos…estamos tomando sal en exceso sin darnos cuenta.
¿Pueden evitarse las agujetas?
Te levantas y uf!! Casi no puedes andar, y bajar escaleras es un auténtico suplicio. No has tenido ningún accidente ni te han dado una paliza, sufres las típicas agujetas tras un esfuerzo superior al que estás acostumbrado o por usar una musculatura que no sueles trabajar habitualmente.
No siempre tiene que haber dolor para sentir el entrenamiento, se puede entrenar y bien, sin dolor.
Se originan sobre todo con esfuerzos musculares excéntricos, esto es cuando trabajás para frenar un movimiento, como por ejemplo cuando bajás corriendo de una montaña, escaleras, o simplemente con una sesión de multisaltos, agachándote y elevándote cada vez. La repetición regular de este tipo de esfuerzos es lo único que las evita.
¿Pueden aliviarse tomando agua con azúcar? Definitivamente NO, es una de esas leyendas urbanas que aún sigue viva. No tiene ningún sentido porque las agujetas son pequeñas microrroturas musculares y el azúcar poco puede hacer para repararlas. Tampoco es bueno dejar de realizar la actividad física hasta que desaparezcan por completo el dolor, es necesario, ideal, continuar con el ejercicio moderado, activar la zona y producir u efecto de barrido y regeneración muscular.
¿Tengo que hacer reposo total para que se vayan antes? NO, salvo que estés casi de hospital, lo mejor es una actividad aeróbica muy suave con grandes grupos musculares, como andar en bici, trotar despacio, caminar, nadar…
También son recomendables las duchas de agua fría sobre la zona dolorida.
¿Has llegado a un punto que te estancaste? En lugar de comer menos, que ralentizarás tu metabolismo, añade minutos extras de ejercicio, variantes de frecuencia, intensidad, sorprende a tu cuerpo con algunos cambios, de velocidad, actividad…tu metabolismo se vuelve muy eficiente y apenas gastas calorías extras cuando siempre haces lo mismo, porque se adapta, prueba con tonificación muscular, pesas, natación, cardio box, clases de baile, etc.
OJO CON LAS BEBIDAS AZUCARADAS;
Las altísimas concentraciones de glucosa en sangre que provoca la continua ingestión de azúcar son altamente tóxicas para muchos de nuestros tejidos, incluyendo las células beta del páncreas y causan graves complicaciones degenerativas en los ojos, los nervios, los riñones, el corazón, las arterias, venas, vasos sanguíneos y otros. Una de las mayores fuentes de azúcar a la que a veces no prestamos atención son las bebidas azucaradas. Una lata de 33 ml de coca cola contiene 39g de azúcar, casi cuatro cucharadas soperas. Una sola lata consumida diariamente, supone 1200 g de azúcar al mes, unos 14 kg al año 5600 calorías vacías que pueden generar más de 6 kg de grasa, eso, bebiendo una sola lata diaria.