(Por Marina Suárez, Técnica en criminalística y criminología)
En algún punto todos fuimos o somos víctimas de la sociedad en la cual convivimos con otros seres humanos.
Gran misterio el ser humano, donde muchas veces no entendemos las conductas que suceden, en diferentes ámbitos, en cada espacio de las interrelaciones entre las personas. En el transcurso de estos años, a través de lo investigado y estudiado, se abre un abanico de preguntas que es necesario conversarlo, analizarlo, y de esa manera encontrar una respuesta para futuros cambios de paradigmas para que no haya tantas víctimas que a veces pueden evitarse.
Las construcciones interpersonales (vínculos) son las que van forjando los pilares sólidos para las distintas etapas de la vida de las personas, los cuales si se ven afectados y no son de base sólida comenzarán a transmitirse a través de las conductas en sus diferentes manifestaciones, hacia su propia familia y hacia terceros, de manera que, si esta construcción es a través de la violencia, abandono, mensajes negativos desde la niñez, surgirán malas manifestaciones de conductas en las relaciones futuras.
Por eso quiero compartir unos conceptos sobre Víctima-Victimología:
La víctima que interesa a la Victimología es el ser humano que padece daños en sus bienes, jurídicamente protegidos por la normativa penal como la vida, la salud, la propiedad, el honor, la honestidad, etc. O por el hecho de otro, e incluso por accidentes debidos a factores humanos, mecánicos o naturales. Desde una visión más amplia (Victimología Crítica) nos lleva a asimilar el concepto de víctima a todas aquellas personas que se vieran afectadas en sus derechos, estén o no jurídicamente protegidos por el Estado.
“Mendelsohn, uno de los precursores de la Victimología, establece que un delincuente tiene un solo camino, el de infringir la ley, sin embargo la víctima tiene al menos cinco posibilidades de devenir víctima: de un criminal, de sí mismo (por deficiencias o inclinación instintiva, impulso psíquico o decisión consciente) del comportamiento antisocial (individual o colectivo), de la tecnología, de la energía no controlada.”
Otro concepto que me parece importante a tener en cuenta es la desvictimización: es también un fenómeno complejo en el que intervienen diversos factores y actores sociales, consiste en el proceso de reparación, entendida no solo como indemnización de perjuicios, sino como reconocimiento social, asistencia y reintegración social. Los actores implicados son desde el sistema de justicia penal, las fuerzas de seguridad, los servicios sociales y los profesionales sanitarios, de la salud mental hasta responsables políticos, los medios de comunicación, las instituciones de apoyo a las víctimas o las asociaciones de víctimas y familiares.
Creo que es muy importante la contención a la víctima y sobre todo el acompañamiento posterior al daño sufrido durante el tiempo que sea necesario, es decir el tiempo que necesita la víctima para la reparación.
Simplemente entender que todos, en algún punto, somos víctimas y que generalmente nos cuesta hacer algo para poder tratar de cambiar la realidad.