La exposición a pantallas puede generar trastornos del lenguaje, de atención, de motricidad fina porque usan el dedo para mover la Tablet y no la mano por eso después no saben escribir, trastorno de aprendizaje, tics, migraña, trastorno psicológico, psiquiátrico, problemas cervicales, entre otros.
El neurólogo infantil Mauricio Pedersoli, que se desempeña en el Hospital de Niños Sor María Ludovica, afirmó que la sobreexposición a las pantallas en pediatría es uno de los temas principales de salud pública junto a la obesidad y la desnutrición.
El especialista expresó al portal Comunidadprofesional que el fenómeno “está generando un desastre en términos de lo que es el neurodesarrollo de los chicos, con una gravedad que quizás todavía no tomamos dimensión. En otros países ya se están generando muchas manifestaciones para lograr una regulación”.
Pedersoli señaló que los mismos padres dicen “mi hijo parece un adicto” y agregó que cuando empiezan a analizar el fenómeno clínico no tiene ninguna diferencia con otras drogas. Sostuvo que en las resonancias, en imágenes, se ven cambios muchas veces compatibles a adictos a drogas. Además, indicó que la ansiedad que genera dejar el celular no es normal.
El especialista afirmó que los primeros 3 años lo ideal sería no darles el celular a los niños. La Academia Americana de Pediatría, señala de 0 a 2 años cero, de 2 a 5, una hora y de calidad supervisada y los mayores de 5 años hasta dos horas por día, no en las comidas y tratar de hacerlo antes de las ocho de la noche, por el trastorno del sueño que genera. “Como concepto general mirar las pantallas a un nene chiquito le impide exponerse a experiencias sensoriales que le permiten que su cerebro se desarrolle con normalidad”.
Manifestó que muchas veces la culpa la tienen los padres, los adultos que lo más fácil es darle el celular para que los chicos se calmen.
La exposición a pantallas puede generar trastornos del lenguaje, de atención, de motricidad fina porque usan el dedo para mover la Tablet y no la mano por eso después no saben escribir, trastorno de aprendizaje, tics, migraña, trastorno psicológico, psiquiátrico, problemas cervicales, entre otros.
Como contrapartida dijo que hay que jugar con nuestros hijos, andar en bicicleta. “El juego estimula el desarrollo de la corteza prefrontal que hace que tomen buenas decisiones, tenemos que hablar, interactuar, leerles un cuento y jugar al aire libre”. Además de dar el ejemplo, no usar el celular los padres, algo difícil ya que los adultos también somos adictos.
Desde el punto de vista fisiológico, las pantallas generan un estado de sobreestimulación, altera la conducta, son más irritables, baja tolerancia a la frustración, poca atención. Esto sostenido en el tiempo, como cualquier situación de estrés crónico, produce cambios en el cerebro en áreas de la memoria, conductuales. (InfoGEI) Mg