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martes, 26 noviembre, 2024

Sobre entrenamiento y deterioro

(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)

Los deportistas sometidos a estrés prolongado por sobre entrenamiento pueden deteriorarse. El término deterioro se refiere a una pérdida de vigor, iniciativa y prestación correcta de todas las funciones corporales. Esta situación puede atribuirse a una gran variedad de causas.

La causa habitual del deterioro en los deportistas es el estrés negativo que sin el descanso adecuado puede durar un prolongado periodo de tiempo. Algunas veces se dice que el atleta se ha quemado, en el sentido que se aplica el término a una situación con numerosas responsabilidades. Otra causa puede ser los malos hábitos alimentarios. Aunque los malos hábitos alimentarios son una causa importante de deterioro, lo más probable es que este se deba a problemas emocionales surgidos de las preocupaciones diarias, temores, y sobre todo, ansiedad.

La ansiedad es una de las causas más comunes del estrés mental y emocional. Se refleja en un miedo no descrito, sentido de aprensión e inquietud. Típicamente el deportista ansioso es incapaz de describir el problema, no se siente bien en determinadas situaciones, pero no sabe decir que. La ansiedad puede ir acompañada de palpitaciones cardiacas, falta de aliento, palmas sudorosas, constricción de la garganta, jaqueca…Los niños muy presionados por sus padres pueden desarrollar distintos problemas psicológicos e incluso fallar intencionalmente en su deporte para así liberarse del estrés doloroso de tener que ganar a cualquier precio. Es probable que un entrenador, papa, que actúe como un sargento, con refuerzos negativos continuos, haga que el deportista desarrolle síntomas de exceso de estrés.

Los deportistas son mucho más propensos a los signos de deterioro cuando la recompensa a su esfuerzo es mínima. Una temporada con malos resultados suele hacer que los deportistas experimenten signos de deterioro.

Síntomas del deterioro: el deterioro se evidencia por una gran variedad de síntomas, entre los cuales se encuentran la peor actuación, el cansancio crónico, la apatía, la pérdida del apetito, la indigestión, la pérdida de peso y la incapacidad para poder dormir o descansar adecuadamente. Los deportistas suelen presentar mayor presión sanguínea o un aumento de la frecuencia cardiaca, tanto en reposo como en la actividad. El deportista se vuelve irritable e intranquilo y debe obligarse a practicar, mostrando signos de aburrimiento y lasitud con respecto a lo relacionado a la actividad,

Un deportista que esté perdiendo su performance mostrara con frecuencia algunos de estos signos:

Descenso del nivel de rendimiento.

Dificultad para dormir.

Despertarse sin razón aparente.

Pérdida de apetito, y de peso, o a la inversa, comer en exceso por una preocupación crónica.

Indigestión.

Dificultad para concentrarse.

Dificultad para disfrutar del sexo.

Experimentar nauseas sin razón aparente.

Propenso a dolores de cabeza y o reacciones alérgicas.

Inquietud, irritabilidad, ansiedad, y o depresión.

Frecuencia cardiaca y presión sanguínea elevada en reposo.

Episodios psicosomáticos de percepción de dolores corporales, como dolor muscular.

Todos reaccionamos emocionalmente ante la importancia de un evento. Cuando el estrés, el resultado, la presión, supere al placer, a disfrutar del juego, estaremos en la delgada línea de la enfermedad.

 

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