(Por Lic. Magdalena Maineri)
Solemos pensar que las “buenas decisiones” siempre están acompañadas de lindos sentimientos y emociones; pero no siempre es el caso, que cuando sabemos que estamos decidiendo lo mejor, sean solo estados positivos.
Por el contrario, muchas veces, la decisión correcta va acompañada de mucha tristeza.
A veces la decisión correcta no es lo que más nos gustaría, pero tal vez, es lo que necesitamos para seguir creciendo y aprendiendo de cada experiencia.
A veces, la decisión correcta es la más difícil de tomar.
A veces, las decisiones correctas nos hacen estar tristes.
Y todos y cada uno de los sentimientos negativos o tristes que sentimos, está bien sentirlos. Permitite transitar cada estadio. Aunque nos hayan hecho pensar lo contrario, a veces, las decisiones correctas van acompañadas de muchas sombras. Probablemente, te hayas dado cuenta de eso si haces una recapitulación de cada cosa que decidiste, pero me gustaría recordarte que no hay nada malo en eso que te pasa.
¿O acaso sos de los/las que piensa que solo aprendemos con las buenas decisiones?
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