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lunes, 25 noviembre, 2024

Se aprueba una nueva terapia para el cáncer de vejiga en Argentina

Se trata de una droga que ya se encuentra disponible en otras partes del mundo, y en Argentina será la primera de su tipo para esta patología dadas sus características diferenciales y su mecanismo de acción innovador.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó en Argentina el uso del enfortumab vedotin en el tratamiento del cáncer de vejiga localmente avanzado o metastásico. En los estudios investigacionales que motivaron su aprobación, esta molécula brindó una mayor sobrevida a los pacientes, ofreciendo una perspectiva renovada en la lucha contra esta enfermedad debilitante.

 

El cáncer urotelial de vejiga es uno de los diez cánceres más frecuentes en el mundo, sin embargo, sigue siendo desconocido por muchos. De acuerdo con cifras del Observatorio Global de Cáncer (Globocan), tiene una incidencia de casi 600.000 nuevos casos y más de 200.000 muertes anuales. En nuestro país, la incidencia es de 3780 nuevos casos al año, esperándose que para 2025 esta tasa incremente a 4.176, lo cual representaría un aumento del 10,3%. Asimismo, el número estimado de defunciones ascendería a 1823, lo que implica un crecimiento del 11.2%.

 

Actualmente, las opciones de tratamiento para el cáncer urotelial son limitadas. Cuando la cirugía no es posible o conveniente, se opta por tratamientos estándares como la quimioterapia y la radioterapia.  Pero si el paciente ya tiene metástasis y la primera línea de tratamiento no funciona o la enfermedad vuelve, es necesaria una segunda línea.

 

Mecanismo de acción innovador

Esta nueva terapia que llega a la Argentina se posiciona, entonces, como una opción novedosa entre las alternativas posteriores al tratamiento inicial. Podrá ser indicada en aquellos pacientes con cáncer de vejiga metastásico o localmente avanzando que ya hayan recibido quimioterapia basada en platinos y en inmunoterapia (mantenimiento ó segunda línea) y hayan progresado a los mismos. Enfortumab vedotin pertenece al grupo de los anticuerpos conjugados con droga, o sea un anticuerpo dirigido a la célula tumoral combinado con una quimioterapia que se descarga al ingresar a la célula tumoral, llevando a la misma a la muerte celular.

 

Los beneficios son alentadores. En primer lugar, al tener una tasa de respuesta superior a la terapia convencional, reduce la carga tumoral, aliviando los síntomas del paciente y mejorando su calidad de vida. Respecto a los tiempos, aumenta significativamente el tiempo a la progresión de la enfermedad y la sobrevida global del paciente. Un tema muy importante es que no requiere un testeo molecular previo a su indicación, lo que lo hace aún más accesible como opción de tratamiento. El perfil de toxicidad del tratamiento es absolutamente manejable por un equipo de oncología entrenado.

 

También es muy importante destacar que, de acuerdo a distintos avances en estudios que aún se están llevando a cabo, esta terapia podría tener un impacto positivo incluso en etapas más tempranas de la enfermedad, lo que abre posibilidades para su uso en un mayor número de pacientes en el futuro.

 

Sobre el cáncer de vejiga

Una de las principales causas del cáncer de vejiga es el tabaquismo, responsable de cerca del 50% de los casos diagnosticados[1]. Muchas personas desconocen que fumar no solamente afecta el sistema respiratorio a través del humo, sino que también contiene múltiples productos carcinógenos que son absorbidos por el cuerpo y eliminados a través de la orina. Estos pueden dañar seriamente las células que revisten las paredes de la vía urinaria.

 

Conforme a datos de la OMS relevados en 2020, el 24,5% de los adultos argentinos fuma. Si bien el porcentaje bajó un 28% respecto a años anteriores, Argentina se posiciona como el segundo país de América con mayor promedio de consumo de tabaco por habitante detrás de Chile (29,2%) y casi duplicando los valores de Brasil (12,8%), Canadá (13%) y México (13,1%).

 

Por otra parte, algunas investigaciones sostienen una conexión entre la infección del virus del papiloma humano (HPV) y el desarrollo de cáncer en la vejiga. Según las estimaciones, es posible que hasta un 17% de los casos de tumores vesicales se deban en cierta medida a la presencia de serotipos de alto riesgo del HPV.[2]

 

Existen otros factores de riesgo menos habituales, como la exposición a algunas sustancias químicas por haber trabajado con pinturas o solventes en imprentas o en peluquerías; también, la ingesta prolongada de agua que contiene arsénico; o contraer esquistosomiasis, una enfermedad producida por parásitos frecuente en poblaciones rurales de América Latina y África.

 

También es importante destacar que hay una ligera tendencia en el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga en los familiares de primer grado de aquellos que ya han sido diagnosticados con esta enfermedad, especialmente si la detección se realiza antes de los 60 años.

 

Algunas cifras de atención:

  • El 2,9% de todos los cánceres en Argentina son cáncer de vejiga.
  • En 2020, en Argentina se diagnosticaron 10 nuevos casos de cáncer de vejiga por día. Los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de vejiga que las mujeres. Se estima que la proporción de hombres a mujeres en Argentina es de 3,6 a 1.
  • En el 90% de los casos de cáncer de vejiga, los pacientes superan los 55 años de edad. Por su parte, la edad promedio de los hombres afectados es de 70 años.
  • Para los pacientes con cáncer de vejiga la tasa de supervivencia a 5 años es del 77% y solo del 5% para los que tienen una enfermedad metastásica.

 

 

[1] https://seom.org/info-sobre-el-cancer/vejiga?start=1

[2] https://seom.org/info-sobre-el-cancer/vejiga?start=1

 

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