En la madrugada del miércoles, los vecinos de la ciudad de San Nicolás se despertaron con una explosión. En los primeros momentos se decía que un reactor había explotado. Horas más tarde se confirmaba que una explosión en la planta de Atanor, una explosión había desprendido una nube de sustancia corrosiva y altamente tóxica, conocida como cloruro de cianurilo. Ni Defensa Civil ni el municipio advirtieron a los vecinos sobre la situación.
La explosión produjo que un trabajador de la planta sufriera graves quemaduras en su espalda y brazos, aunque no hay que lamentar víctimas fatales por el siniestro.
Los bomberos asistieron al lugar, pero se desconoce cómo tratar este tipo de accidentes químicos, como los llaman los conocedores del tema.
Los vecinos personalmente se acercaron hasta los bomberos a preguntar qué había sido esa explosión y ese olor que se sentía, pero nadie sabía nada. Muchos vecinos se acercaron al lugar desconociendo lo que pasaba y no sin temor.
Sin herramientas ni conocimiento, tampoco se avisó a los vecinos, las medidas a tomar. Hasta donde supimos, hay que cerrar todas las ventanas. El contacto con la sustancia produce ardor y quemadura de ojos, garganta y nariz, pudiendo producir tos y ronquidos.
(InfoGEI)Ac