(Por Juan Manuel Jara)
El mítico rockero JAF llega este fin de semana a 9 de Julio para ser parte del cierre de año de la escuela de música “El Astillero” de Manuel Buceta. Una charla distinta con el músico que busca guiar a los más jóvenes en sus caminos artísticos.
Cuando este sábado se suba al escenario de El Fortín, invitado por Manuel Buceta para el cierre de ciclo de su escuela musical El Astillero, no será la primera vez que Juan Antonio Ferreira (o JAF a secas) esté en 9 de Julio. Ha estado en varias ocasiones. Una de ellas la recuerda muy bien y aprovecha la charla que tuvimos en el programa “Un Pan Perfecto” (L/V 9am FM Forty 106.9) para saldar una deuda: “Tengo que pedir disculpas a la gente del Autódromo porque hace muchos años atrás, cuando tocamos con Banda Marrón, fuimos a ver el autódromo. Estaba cerrado, abrimos el candado y mi amigo tenía un Chevrolet 400 estándar, y agarramos el trazado al revés, a fondo por todos lados, con las gomas chirriando, y en el curvon peraltado, antes de entrar a la recta, había un montón de vacas, que tuvimos que esquivar…es algo que no te lo olvidás más…así que dejamos todo como estaba, tratamos de cerrar el candado y nos fuimos”. Conocido también de Arnaldo Canusso con quien hizo varios trabajos y usualmente lo ve en una casa de música de la calle Talcahuano.
Virtuoso con la guitarra, potente con la voz, JAF lleva cuarenta y cinco años ininterrumpidos haciendo lo que siempre le gustó. Mucho tuvieron que ver sus padres, Lidia y Julián, cuando a los ocho años le regalaron aquella guitarra criolla, sumada a todo el apoyo que le dieron para que desarrollara ese talento.
Hoy le toca a él apoyar y acompañar a su hija, que esta transitando los primeros pasos en busca de su destino musical. Y acá surge el músico- docente, con la necesidad de transmitir su experiencia de ruta a los más jóvenes. Por eso, aprovecha cada ocasión para charlar con ellos y con sus padres, como va a ocurrir este sábado allí en El Fortín.
JAF: Me encuentro con chicos jóvenes y adolescentes que tienen preguntas y a veces no tienen las respuestas claras. Una de las más frecuentes es como hago para hacer lo que tanto me gusta de manera profesional. Yo creo tener algunas respuesta que les puedo dar, y una de ellas es tratar de hacer muestras en vivo en lugares cercanos y así comenzar a mostrar el material. Por supuesto que los jóvenes tienen que registrar sus obras, así están protegidas ante la ley. Varias actuaciones le van a ir dando una muestra de donde está parado a nivel artístico. Y así no tiene que prestarle atención a una persona que le diga “esto me gusta, esto no”. Algunos adultos dicen muchas pavadas. Por eso remarco que hay que tener cuidado cuando uno abre la boca teniendo en cuenta si hay jóvenes escuchando. Porque ellos creen que si lo dice un adulto es verdad. Lo primero que puedo decir es que si viene un productor o dueño de boliche y te dice que sos un burro, no hay que creerle. Y si te dice que sos un genio, tampoco. La única entidad acreditada para hablar es el público. Preparás en tu casa, cocinás, y después lo mostrás ante el público y ahí hay una respuesta. Una vez que termina esa muestra, uno recoge esas respuestas. Después lo repetís varias veces y toma esas respuestas. Cuando tocaste diez veces en un mismo lugar y tenés tres tipos delante, entonces solito te das cuenta si la cosa camina o no. Y por otro lado, si tenés 100, 150, te das cuenta que lo que haces les gusta y tiene valor”.
El desafío de tener una platea juvenil este sábado en el cierre de ciclo de El Astillero lo entusiasma, y pone la lupa en eso mas allá de la música: “Tengo 60 años y 45 de carrera. Hay muchas cosas que he aprendido y otras que me faltan, pero puedo hablar claramente de los sucesos en mi vida artística, los que me han servido y los que no. Sabiendo que a los que tengo enfrente tienen cinco dedos en la mano como yo, entonces es muy posible que les sirva. Yo puedo sacar las mejores cosas mías frente a los jóvenes porque sé que no los van a lastimar. No como un consejo, porque no soy Dios, pero para mostrar algo que les abra los ojos y los oídos. Yo estimo que lo más importante de este sábado va a ser un encuentro social en el cual yo pueda hablar con los chicos y que les sea útil”.
Suele generar un vínculo con la platea del local, club o reducto en donde toque, sea grande o chico. Esos diálogos con el público entre tema y tema son parte inamovible de sus presentaciones. “Creo que es mucho más importante una palabra bien dicha con intención constructiva que una nota de la guitarra, aunque sea ejecutada con buena intención”, dice JAF. “Lo mejor que podemos hacer nosotros los adultos es tratar de que los jóvenes sean mejores y más fuertes, porque cuando nosotros seamos unos viejos chotos ellos serán los que nos van a mantener, por eso trato de regar la plantita con la mejor agua que tengo”.
SE: ¿Qué show veremos el sábado acá en 9 de Julio?
JAF: No tengo nada preparado. No me gusta hacerlo. Creo en la actuación espontánea. No me rijo por reglas. Lo que quiero es tener una charla con los chicos y con sus padres y que mi paso por 9 de Julio deje algo para aquellos que más lo necesitan. Porque cuando era joven y lo necesite me ayudaron y me sirvió y por eso lo estoy haciendo ahora.
Va a llegar temprano para hacer una buena prueba de sonido. “Para mi es una oportunidad única para devolver todo lo que ustedes me dieron a lo largo de mi carrera y hacerlo frente a los jóvenes”.
La música pasa a segundo plano. Está claro que es un medio que JAF aprovecha para aconsejar a los jóvenes y a sus padres. Y deja uno bien claro: “Advertirles que en el momento que se decidan acercarse a un productor o institución que te pida firmar por una determinada cantidad de años, lo más importante es tener una consulta paga con un abogado de confianza, que lea el contrato, para ver cuánto te dan y cuanto te van a sacar. Los tipos comunes y corrientes no sabemos de esas cosas y entonces a veces, con las ganas de arrancar una carrera, te atornillan de una manera en la que no podés salir. En estos contratos uno está entregando tiempo de su vida y las obras . Lo que produzca un tema o una canción debe ser en primer lugar en beneficio de su autor. Muchos no podían cantar sus propias canciones. Te dan ganas de agarrar una topadora y decirle “¡¡quien sos vos para impedirme usar mis obras!!”.
SE: Aprovecho para preguntarte si esos diez meses que estuviste en RIFF fueron tan ríspidos como se cuenta. ¿Cuánto hay de mito urbano?
JAF: Pasó hace mucho tiempo, pero lo tengo perfectamente claro. Cuarenta y cinco años de carrera, casi 8 mil shows en todos lados, estuve sumamente lúcido en cada paso de mi carrera. Esos 10 meses fueron una vorágine muy fuerte y dos cosas me quedan muy en claro de esa relación con los muchachos. Una, yo no podía desarrollarme en la banda porque me acotaban mis movimientos, en lo vocal y en lo guitarrístico. Y por otro lado, el movimiento social que rodeaba a la banda todo el tiempo estaba cargado de una violencia inusitada cosa que no va conmigo. A los diez meses, ganando muy buena guita y teniendo una popularidad increíble, decidí irme de la banda porque sentía que estaba en el sitio equivocado. El tiempo me dio la razón.
SE: Pero dejaste una huella.
JAF: Si, porque se logró un disco único, “Riff VII”, porque tiene composiciones muy lindas y la banda que toco ahí (el, Pappo, Moro y Vitico) nunca más volvió a grabar, y nunca lo va a ser.
En 2015 JAF edita un disco tributo a ese mítico álbum de Riff, simplemente porque es un trabajo que le gustó mucho y le abrió las puertas para seguir y desarrollar su carrera artística.
Manuel Buceta está ultimando los detalles para el show. Las entradas se consiguen en El Astillero, cuenta que la idea es “seguir durante el 2018 acercando artistas a 9 de Julio que no solo vengan a mostrar su arte sino que sean capaces de transmitir sus experiencia y desde su lugar ejercer la docencia”.