Los mensajes positivos por parte de gobierno chocan con la realidad que en el día a día se hace añicos. Seguimos viviendo en la misma dualidad de antes, una cosa es la que nos dicen que pasa y otra la que en realidad pasa. La pérdida del poder adquisitivo causado por los aumentos en luz, gas, naftas, peajes, medicina prepaga, TV por cable y telefonía, alimentos, indumentaria etc. es una realidad que no se puede ocultar, basta con dar una vuelta por los comercios para comprobar sin necesidad de estadísticas que la caída del consumo golpea y la preocupación está muy por encima de las expectativas positivas de las que tanto nos hablan. En otras palabras y hablando en criollo, la plata no alcanza.
Todos sabemos que las fiestas se pagan, esa es una lección que los argentinos a los golpes no nos cansamos de repetir sin mucho resultado, lo que nunca terminamos de entender es porque la fiesta la pagan siempre los mismos. Como muestra basta el caso de la energía, durante años las empresas energéticas embolsaron sumas millonarias de ganancias, y estos datos son públicos, están a disposición de quien los quiera ver, resulta que no invirtieron un solo peso y ahora el consumidor tiene que financiar la inversión con la que además en el futuro estas empresas seguirán embolsando ganancias en sus arcas.
Argentina necesita la verdad, que el famoso sinceramiento lo sea para todos, que si había herencia nos digan de una vez por todas cual era y no solo chamullo tribunero. Y si no nos van a contar la verdad al menos no nos mientan que para eso también estamos grandes.
Arranca el año, porque todos sabemos que Enero es Ni, ni una cosa ni la otra, no es el año que pasó, pero tampoco el que empieza. Arranca el año y es electoral, eso ya es todo un tema, esperemos que la campaña no nos aleje de la realidad y los fondos públicos estén focalizados en resolver situaciones y no en hacer campaña. Ya que cambiamos, esperemos que el cambio se plasme en lo concreto y no nos levantemos a la mañana con noticias como la condonación de deuda de 70 millones de pesos a papá Franco para Correo Argentino, 70 millones de los cuales se va a hacer cargo el estado Argentino, es decir todos nosotros.
La política no es una ciencia exacta. No se aprende en libros, ni en cursos, no se googlea. No es lo mismo dar clases de economía que tener la responsabilidad de la economía del país. No alcanza con ser un Ceo exitoso en una multinacional. No es suficiente con la voluntad y las buenas intenciones. No alcanza con ser un buen tipo, ni con ser un poco mejor que el anterior. Estudiar, capacitarse, leer historia, analizarla, aprender sobre leyes y gestión son solo parte de las herramientas que se pueden adquirir, pero interpretar que eso es la política y alcanza para gobernar no solamente es erróneo si no también peligroso. La política es una pasión, una forma de ver, sentir y percibir la realidad que nos rodea. Es poner la energía en función de algo que está por fuera de los intereses personales. Requiere sacrificios y esfuerzos personales. Empatía, compromiso, audacia y creatividad. Es el arte de lo posible como dijo Aristóteles, y para lograr lo posible muchas veces hay que hacer hasta lo imposible.
Soy optimista a pesar de todo, sigo creyendo que hay una clase política que quiere hacer hasta lo imposible en beneficio del conjunto de la sociedad, repito… hay una clase política que quiere hacer hasta lo imposible en beneficio del conjunto de la sociedad. No hay caso, por más que lo repita y le ponga optimismo, la realidad me cachetea…