por Lic. Flor Céspedes
El sistema radicular de los árboles tiene por función buscar agua y nutrientes. Lo más escuchado por los vecinos es la queja por el levantamiento de las veredas causado por sus raíces, sin evaluar los motivos (mala elección de la especie, compactación del suelo, manejo, etc).
Algunos ejemplares de árboles, en particular, desarrollan raíces superficiales muy robustas y agresivas que se extienden horizontalmente, siendo un ejemplo de ello el Liquidambar o Fresno americano.
Sí el suelo carece de la profundidad necesaria o si hay un acceso más fácil a nutrientes y humedad cerca de la superficie, por el lavado de veredas o pérdida de algún caño y al encontrarse con obstáculos como cimientos, crecen con fuerza y ejercen presión hacia arriba rompiéndola.
Los primeros signos de que podría haber un problema con un árbol de raíces invasivas son muy claros: grietas en el suelo, baldosas desalineadas o abultamientos en el césped. También es posible notar que la superficie cerca del tronco comienza a elevarse y a deformarse. Si estos síntomas se observan, es probable que el árbol ejerza presión sobre todo lo que lo rodea.
Muchas veces, si el árbol fué bien manejado, se puede corregir con una poda de raíces bien hecha. Ejemplo de especies no problemáticas son: el ciruelo de jardín, que aporta un toque ornamental con sus hojas de color púrpura o la acacia de Constantinopla, que tiene un follaje delicado y hermoso. Son dos ejemplos de especies ideales para veredas angostas.
En la ciudad se están viendo muchas veredas rotas a causa de lo detallado. Desde lo económico, el árbol prolonga la vida de aberturas, pinturas, vehículos y pavimento, además de los beneficios al ambiente y nuestra calidad de vida.