(Por Juan Manuel Jara). El robo del sábado pasado colmó la paciencia de los vecinos que salieron a reclamar urgentes medidas concretas para un problema que los tiene “a la deriva”.
Hay momentos límites. Hechos que marcan un punto de no retorno. El robo ocurrido el sábado 17 a la noche en Quiroga fue uno de ellos. Los vecinos se cansaron y al otro día salieron a la calle a reclamar por medidas urgentes. Se sienten desprotejidos. Se sienten un pueblo “a la deriva” en el tema seguridad.
La paciencia de los quiroguenses estalló por dos hechos relacionados: uno, el robo que sufrió la familia Rinaldi (que no fue al voleo, los ladrones sabían dónde ir y lo que iban a buscar). El otro, porque esa noche la Comisaría estaba…. cerrada. ¿Por qué? Los tres efectivos de turno salieron a patrullar la zona rural…
Coincidencia, casualidad o causalidad. Lo cierto que al día siguiente, los vecinos salieron a la calle indignados. Y expresaron su bronca a viva voz. Uno de ellos, Eduardo Maccaroni, expresó el sentimiento quiroguense sin tapujos: “Nadie nos cuida. Somos apenas dos mil habitantes. Realmente estamos calientes”.
Rápido de reflejos, el Comisario Armentano, Jefe de la Policía Comunal de Nueve de Julio, se presentó esa misma tarde para apaciguar los ánimos y escuchar pacientemente los reclamos de casi todo el pueblo.
¿El resultado? El relevo de los tres policías “ausentados” y la llegada de reemplazos.
Marcelo Hoese, Sub Secretario de Seguridad del Municipio, aseguró que exigieron “a los responsables policiales del Partido el relevo inmediato de la gente que estaba de guardia el día sábado por la noche y que se investigue si el hecho fue una negligencia o fue una especie de zona liberada”. Los policías están apartados de la fuerza y sometidos a un proceso judicial y administrativo.
Pero con esto sólo no alcanza para que el quiroguense vuelva a confiar y sentirse seguro en su propia casa. Desde hace un tiempo en Facundo Quiroga, pasan cosas extrañas…
Durmiendo con el enemigo
Desde hace dos años vienen sucediéndose diversos hechos delictivos, robos principalmente, en esta localidad y ninguno pudo resolverse. Llamativo el dato, sin dudas. Carlos Graziolo, vecino de la localidad y periodista editor del periódico “La ventana de Quiroga”, recuerda que “hubo varios robos, como el del vecino Galvez; el robo de placas en el cementerio; el de la joyería Vega; el incidente de la estación de servicio…y ahora le tocó a la familia Rinaldi, con el agravante de que la comisaría estaba cerrada al momento de que se quiso hacer la denuncia. Ninguno de estos hechos, hasta ahora, se esclareció”.
Las sospechas de zona liberada no están ausentes. Graziolo aporta el dato de que en el Pueblo se sabe quiénes pueden estar detrás de estos hechos.”Hay tres o cuatro sospechosos, es un pueblo chico”.
Otro vecino, Eduardo Maccaroni aseguró en una entrevista radial realizada por nuestro colega Ciriaco Torres fue por más: “la Policía no sirve – enfatizó-. Ni la que estaba antes, ni la que está ahora”. Mientras que Graziolo agregó que “cuando se fueron los anteriores y llegó el Oficial Principal Dávila para hacerse cargo de la Comisaría de Quiroga, a los siete días le “dieron la bienvenida” con un robo de casi 100 mil pesos al vecino Dalmacio López, tambien un sábado por la noche. Caprichos del destino.
Ahora, los quiroguenses saben que es mejor guardar silencio y prudencia antes de siquiera pensar en mover algún pesito del banco a casa. En Quiroga no sólo las paredes escuchan. También los árboles, las calles, los perro y más de una rata también…
La confianza perdida
Siempre se dice que la confianza es lo más difícil de lograr y lo más fácil de perder. ¡Ni hablar de recobrarla!. ¿Cómo hace ahora el vecino de Quiroga para volver a confiar en su Policía? Eso mismo se le preguntó al Jefe Estación Policial Comunal de Nueve de Julio, Comisario Gabriel Bonello quien reconoció y sin vueltas que “la Policía se tiene que comprometer a trabajar, a dialogar, a socializar con el pueblo. Mientras eso no pase, el vecino de Quiroga se va a sentir indefenso, y con justa razón”.
Además, Bonello dejó un concepto muy claro basado en su experiencia al mando de Comisarías en otros pueblos: “ el policía de pueblo debe socializar con los vecinos. Cuando logra esto y entiende las costumbres del lugar, casi no hay que hacer investigaciones porque la misma gente confía en el policía y brinda la información”.
Quiroga nos queda lejos
Esa frase fue dicha por el Intendente Barroso y aún retumba en los oídos de los quiroguenses. Así lo dejó bien claro el vecino Eduardo Maccaroni. Y además de la inseguridad y los robos, hay otros hechos que parecen indicar que la distancia con la ciudad cabecera se mide en años luz más que en kilómetros. Por ejemplo, el Registro Civil cuenta con un sólo empleado que atiende sólo 1 (un) día a la semana para trámites básicos. Y con la Oficina de Correos ocurre algo similar: atiende lunes, miércoles y viernes con un empleado y funciones elementales.
Desafío A: darle seguridad a Quiroga
Desafío B: lograr que el quiroguense se sienta que es parte de 9 de Julio y no “los del fondo”
Regla de Oro: políticos ventajeros en años electorales abstenerse.
Para muchos vecinos, el delegado actual cumplió un ciclo. Son muchos años en esa función. Son varios lo que piensan que todo este tema de la inseguridad puede influir bastante en la elección de Delegado Municipal que va a llevarse a cabo este próximo domingo. Eso se verá. Lo que si es cierto es que Quiroga “se calentó”, se plantó firme y no hay vuelta atrás.