¿Un fenómeno que va in crescendo?
El incendio intencional de autos parece ser un fenómeno que va creciendo. Comenzó tímidamente en 2010 y el año pasado fueron 10, la mayoría se suponen, también intencionales. Actúan con el mismo modus operandi y es un fenómeno que se repite en el país. A nivel local aún las autoridades no han podido hallar soluciones.
Entre febrero de 2010 y lo que corre de 2014 se incendiaron alrededor de 22 vehículos, en su mayoría, se presumen, han sido actos intencionales.
El primero de ellos, tiene su antecedente a fines de febrero de 2010 con el incendio de una moto. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo una pequeña «travesura» pareció convertirse en un hábito perjuicioso cuando no adictivo que se incrementa a pasos agigantados. Se incrementa en números, en osadía y en tamaño de los vehículos a dañar (puesto que entre los dañados se incluyó un camión) y los tiempos, que cada vez se hicieron más cortos, entre un ataque y otro.
Uno de los hechos más misteriosos fue el que sucedió el 30 de agosto de 2013. Cuentan que, una vecina del barrio Democracia (ubicado sobre Acceso Perón y Rio Negro), se levantó alrededor de las 4 de la mañana para esperar que retire un familiar una encomienda para llevarla a su hijo estudiante en La Plata. Entonces divisó una fuerte luz desde su ventana, inusual por ese sector y por esas horas. Cuando se asomó vio que un auto estaba estacionado muy cerca de la esquina y a una distancia pronunciada del cordón, más de un metro y que se estaba incendiando. Automáticamente llamó a Bomberos y a la Policía. Lo misterioso del siniestro es que a diferencia de los demás hechos de estas características, ese auto no se encontraba estacionado allí ni pertenecía a ningún vecino de la zona.
El miércoles de esta semana (6 de agosto de 2014) por la madrugada prendieron fuego otro vehículo. Y resurgió el tema de la posibilidad de existen, también en la ciudad, esta nueva modalidad de delito cuyos actores son llamados quemacoches. Esta vez fue en Lagos 1225. Alrededor de las cuatro de la mañana, una vecina despertó a su propietaria, Cariña Ferragut para advertirle que su VW gol (modelo 1997) se estaba prendiendo fuego. Cuando la mujer, salió de su casa comprobó que lo habían corrido dos metros del lugar donde lo había estacionado el día anterior, alrededor de las 20 sino que además sufrió la destrucción total. El incendio había sido peligroso: el calor prácticamente derritió la persiana de PVC de la ventana que da a la calle, donde dormía su hija pequeña
El número va creciendo en la medida, se presume, que los pirómanos, parecen cobrar confianza: tres durante 2010, cuatro en 2012, siete incendios en 2013 y otros por lo menos siete en lo que va del 2014.
Los sucesos transcurren repetitivamente y tienen como escenario distintos puntos de la ciudad. Por lo general ocurren los fines de semana durante adelantadas horas de la madrugada. Los siniestros ocurren tanto a autos abandonados como a los estacionados en la vía pública.
El modus operandi es también similar en la mayoría de los casos: rompen un vidrio delantero y tiran una bomba molotov o algo similar que provoque el fuego que, generalmente comienza, en los asientos delanteros.
El tema es recurrente y ahora se torna preocupante. A punto tal que si bien, ni bien asumido el nuevo comisario, Sergio Rainoldi aseguró que pondría énfasis especial en la investigación de estos delitos, los resultados aún no parecen estar a la vista.
Contra este nuevo fenómeno también trata de ir la subsecretaría de Seguridad Ciudadana que desde el verano de este año comenzó a retirar los autos abandonados en la vía pública. El argumento es que son un potencial riesgo para vecinos. No menos que este grupo de incendiarios con los que aún parecen , las fuerzas de seguridad locales, no poder dar.
La moda de los quemacoches parece expandirse por el interior de la provincia de Buenos Aires. Primero una creatividad delictiva capitalina, luego una emulación en el interior. Este tipo de actos vandálicos parece acentuarse durante los últimos meses, al igual que en otras localidades de la provincia, aunque a menor escala. En Junín , por ejemplo, a mediados de junio de 2013 ya habían sucedido seis hechos vandálicos. Las autoridades al igual que aquí, aseguraban que se trataron de casos aislados y que descartan que se trata de “bandas organizadas” para cometer este tipo de delitos.