(Por Xoana García / Abogada)
El ‘grooming’ es definido como “toda acción que tenga por objetivo minar o socavar moral o psicológicamente a un niño, con el fin de conseguir su control a nivel emocional para un posterior abuso sexual, por lo que se trata entonces de un supuesto de acoso sexual infantil”. Se puede dar a través de cualquier medio digital que permita la interacción entre dos o más personas: redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chats, páginas de juegos en línea, entre otros.
Dicha figura fue incluida en el Código Penal argentino actual por la Ley N° 26.904, hecho que provocó mucha controversia y críticas por parte de actores de la sociedad civil y académicos.
En noviembre de 2013 la Cámara de Senadores aprobó la Ley N° 26.904, que incluyó bajo el título correspondiente a los “Delitos contra la integridad sexual” un artículo en el Código Penal que criminaliza el grooming. El texto aprobado dispone:
“Artículo 131: Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”. Artículo que también generó controversias.
A lo largo del estudio de esta problemática se ha podido determinar que existen cuatro etapas que pueden o no darse en su totalidad.
La primera: El acosador -que es un adulto– comienza a investigar las redes sociales, blogs personales, foros y cualquier tipo de página abierta al público, en busca de jóvenes que muestren contenidos e información personal sobre ellos mismos. Una vez que lo encuentra, inicia la conversación. Generalmente el groomer es una persona encantadora, difícilmente podría decirse que es un pedófilo o un abusador. Y además sabe cómo ganar su atención.
La segunda: El groomer logra confianza y comienza a obtener más información del menor de edad. “Dónde vive, a qué colegio va, quiénes son sus amigos, en qué horarios está solo en casa para poder contactarse sin interrupciones”.
La tercera: Pasada estas dos etapas el groomer ya le hace pedidos concretos al niño, niña o adolescente: fotos sin ropa, le pide que traiga a otro menor y genera material totalmente inadecuado. Esto ya es utilizado por el groomer para viralizar y comercializar en la web. Si el menor se negase a entregar ese contenido, es posible que comience una nueva fase de chantaje u obviar este paso y buscar en las cuentas del menor todo tipo de información y contenido sobre él, que luego tratará de utilizar en su contra para amenazarlo.
Y la última etapa no se da en todos los casos, pero sí es común. El groomer toma contacto físico con el menor de edad.
En nuestro país contamos con dos Organizaciones No Gubernamentales que trabajan para combatir el Grooming:
* Argentina Cibersegura que trabaja para crear un espacio digital seguro a través de actividades de concientización y educación destinadas a distintos públicos de interés. También da charlas y conferencias gratuitas con el objetivo de ayudar a las personas a prevenir y reducir su exposición en redes sociales.
* Grooming Argentina dedicada a la labor de concientización respecto a este problema; y tiene, como principal objetivo, la difusión de información mediante charlas por parte de un grupo de profesionales y voluntarios capacitados.
El 3 de Agosto del año 2018, se lanzó en nuestro país la primera app para denunciar este delito. La misma se llama GAPP, y una vez instalada en nuestro dispositivo nos brinda la opción de denunciar, que enseguida se hará mediante un operador y también la opción de denunciar anónimamente a través de un formulario.
¿Que debo hacer ante un caso de Grooming?
1- no borrar ninguna conversación ni contenido del dispositivo en el que haya elementos de prueba.
2- realizar capturas de pantalla que evidencien el accionar del groomer y alojarlas en otro dispositivo.
3- no bloquear ni denunciar por redes al groomer, la denuncia es penal.
Recordemos que en Argentina 1 de cada 3 niños sufren esta práctica y que además, nuestro país está entre los diez países con mayores casos de acosos sexuales en internet a niños, niñas y adolescentes.
En internet, cerrale la puertas a los desconocidos.
