(Por Marina Suárez, Técnica en criminalística y criminología)
La Habilidad de reconocer y diferenciar las diversas manifestaciones conductuales en escenas criminales violentas de complejidad, especialmente aquellas que comprenden asesinato serial, víctimas de homicidios múltiples en un mismo escenario (asesinato en masa) y homicidios sexuales, proveen información clave. Entre otras cuestiones se debe contar con la habilidad de comprender el significado de la presencia o ausencia de ciertos comportamientos que se relacionan entre sí. Cuando se conduce el análisis del comportamiento que se manifiesta en la escena del crimen violento es importante evitar enfocarse en un único aspecto y solo darle importancia a ello, pues la totalidad de las circunstancias y la singularidad de su variable son lo más importante, además de saber cómo y por que ocurrieron. Tanto testigos como Victimología toman un papel esencial en la investigación criminal.
Existen cientos de parafilias, algunas son más conocidas y comunes que otras, tal es el caso del voyeurismo, el exhibicionismo y la pedofilia. Las conductas sexuales desviadas existen en un continuo de variedades y severidad, algunas pueden ser clasificadas como criminales, mientras que otras representan formas incomodas de comportamiento. El Piquerismo es una parafilia que junto con otras como la flagelación, antropafagia y necrosadismo suelen ser asociadas al homicidio por placer.
El término Piquerismo proviene del vocablo francés Piquer, que significa punzar, pinchar, penetrar con un instrumento dotado de fuerza viva y con el que se indica un tipo particular de parafilia, es decir de alteración sexual, respecto al modo predilecto de obtención de placer. Consiste en la búsqueda de su incremento, teniendo como mecanismo lesivo el deslizamiento, penetración con el filo y/o punta aguzada idónea, cuyo efecto en el cuerpo humano con cada una de ellas o combinando ambas a la vez es la punción, separación o distensión de la geografía corporal (exceptuando lesiones defensivas).
El Piquerismo está reconocido como una de las parafilias menos prevalentes. Sus características esenciales son la recurrencia, fantasías sexuales de carácter excitatorio, necesidad sexual o comportamientos que incluyen: objetos inhumanos, el sufrimiento o humillación de uno mismo o del partenaire; niños o personas que no han dado su consentimiento para ello y que ocurre por un periodo superior a seis meses. El Piquerismo se refiere generalmente a la penetración de carne humana, aunque a veces también es practicada con animales.
Esta parafilia representa una de las variantes de sadomasoquismo; con frecuencia la zona objeto son los genitales, glúteos, senos o zona torácica superior e inclusive el rostro. El tipo de arma habla de su estilo de vida, de conocimientos previos, además de las elecciones personales de los victimarios, de cómo el cuerpo es tratado cuando ya ha finalizado el periodo agónico y sigue siendo apuñalado para satisfacer las necesidades agresivo-sexuales del autor, donde no solo el cuerpo de la victima sino también su “ser” cumplen el rol de objeto. Es de vital importancia la reconstrucción cronológica y temporal de las lesiones. El Piquerismo en casos de serialidad podría reflejar como el victimario ve su propio cuerpo, como ha construido su propia imagen e historia personal y el modo de satisfacer su autentica sexualidad, quizás, de modo inconsciente, con fantasías sustitutivas de penetración.
Las conductas de Piquerismo no solo se observan en actos donde interactúan victima-victimario, sino también cuando son autoinflingidas para obtener alivio tensional, observadas en casos de psicosis, como por ejemplo las bipolares en alguna de sus fases. En esta breve síntesis se nombran algunas de las manifestaciones de Piquerismo.
Síntesis a modo de introducción al Tema, tomado de la Fuente: Policía y Criminalística (Policía Federal Argentina), Autores del Artículo: El Sr. Mark Safarik es perfilador criminal en jefe de la Unidad de Ciencias del comportamiento del FBI y la Sra. María Laura Quiñones Urquiza es Diplomada en Criminología, Criminalística y Derechos Humanos (IUPFA) y Perfiladora Criminal (UCU/CA)