Ellos son tu equipo, pero además, son un brazo muy importante para tu pyme.
(Por Lic. Gonzalo Merlo)
Uno de los principales activos de las empresas a la hora de crear imagen de marca está en sus propios empleados. Los trabajadores de las compañías son sus mejores brand advocates, es decir sus embajadores de marca y prescriptores de sus valores. Los estudios han ido demostrando que los consumidores confían mucho más en lo que dicen otras personas, sean conocidos directos, familiares o voces expertas, que lo que lo hacen de los mensajes que lanzan en sus perfiles corporativos las empresas.
Además, ver a los empleados comprometidos con la marca e identificándose claramente con ella ayuda a crear esa sensación de que ‘algo bueno deben tener’. Una compañía con trabajadores tan fieles necesariamente los tratará bien y se preocupará por ellos, creando un buen ambiente de trabajo, asumen los consumidores y esto es algo que tienen cada vez más en cuenta a la hora de tomar decisiones de compra y escoger a una empresa frente a su competidora.
Pero convertir a los trabajadores en embajadores de la marca no es sencillo. Por un lado, las compañías deben comprender que no vale con obligar a sus empleados a hablar bien de ellos o a compartir contenidos promocionales en redes sociales. Debe ser algo orgánico, por lo que las empresas necesitan contar con una estrategia en la que recursos humanos y marketing trabajen de forma conjunta para crear ese ambiente favorable, desarrollando acciones y usando servicios que ayuden a crear esa sensación.
Por otro lado, las condiciones del mercado y la situación social del momento también pueden impactar en cómo se sienten y cómo se comportan los trabajadores. En los tiempos de la nueva normalidad, por ejemplo, no solo los trabajadores estarán con la mente en otra cosa, sino que además para los responsables de recursos humanos resultará mucho más complicado realizar acciones de team building, establecer vínculos estrechos con la plantilla o reforzar el sentimiento de comunidad.
Sin embargo, y por más complicado que sea, quizás en estos momentos trabajar en esa pertenencia al grupo y en ese sentimiento de ser una parte importante de la empresa sea más determinante todavía de lo que lo es habitualmente. Es crucial porque, además, ayuda a que los trabajadores se sientan mejor en un momento de gran inestabilidad e inquietud. Los responsables de recursos humanos deben esforzarse por encontrar las herramientas necesarias para ofrecer actividades, servicios y otros incentivos que impulsen esa conexión con la compañía.