(Por Marina Suárez, Técnica en criminalística y criminología)
Hablamos de la Psicología Social, como una psicología concreta, como psicología de la vida cotidiana. Una reflexión científica sobre el ser humano y su comportamiento. Entendemos al ser humano como un sujeto social e históricamente determinado. Reflexionamos, desciframos los hechos de las conductas dentro de las relaciones sociales vinculares que el sujeto va estableciendo. Siendo estas texto dentro de un contexto mas abarcativo.
¿Por qué Psicología Social?
No se denomina de esta manera porque sea una especialización o una rama que se desprenda de otra teoría central, una especialización de lo grupal.
Se denomina Psicología social, porque partimos de la idea del ser humano como sujeto social. No podemos comprender al sujeto y su conducta aislada de sus relaciones vinculares, fuera de un contexto social e histórico.
Observamos y reflexionamos sobre el sujeto en sus condiciones concretas de existencia. Al sujeto que guarda una particular forma de relación con los modos y medios de producción. La mirada puesta permanentemente en la contradicción sujeto-mundo, para poder comprender al sujeto y su conducta.
Comprender la conducta del sujeto, nos remite a lo grupal, de la misma manera que la comprensión del fenómeno grupal nos remite a los sujetos. No podemos separar al sujeto de las relaciones sociales-vinculares en que la conducta se manifiesta.
Hablamos de aprendizaje que no es meramente informativo, sino formativo. Una propuesta de aprendizaje que implica la posibilidad de modificar actitudes y descubrir nuevas aptitudes.
Tomar conciencia de lo que se siente en el encuentro con los otros, en el encuentro con cada objeto de conocimiento, ante cada exigencia adaptativa, es parte de este proceso de aprendizaje, que busca el que se pueda adquirir un relativo equilibrio, coherencia, entre sentimiento-pensamiento-acción.
Esta semana quería comentarles la importancia de la Psicología social y de los profesionales que nos dedicamos a ella ya que es una disciplina que brinda la escucha atenta hacia el otro/os, poder observar “que” los atraviesa, para ayudar y crear nuevos vínculos, respetar, y entender el porqué de determinadas conductas que van sucediendo en la sociedad, donde debemos aprender a observar el contexto social donde se producen estas conductas y ante las inadecuadas enseñar que las mismas puedan modificarse. A diario se observan conductas violentas, disruptivas, es necesario saber cuál es el origen para poder ayudar a modificar las mismas. Por otro lado también pueden evitarse creando buenas conductas desde edades tempranas, buenos vínculos, que los niños tengan atendidas sus necesidades básicas para que no se construyan conductas negativas en ellos. También es importante como se trasmite la educación para un buen aprendizaje de las conductas adecuadas y lograr una mejor convivencia en armonía.
Reflexiones que nos debemos hacer a diario para aumentar el compromiso de tener una convivencia social más sana y tranquila.