Tras una serie de hechos de inseguridad que sacudieron a la zona oeste del Gran Buenos Aires, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, se reunió este lunes con su par porteño, Waldo Wolff, para avanzar en una coordinación conjunta para buscar una solución a la problemática.
La cita, que no fue muy extensa ni se tomaron decisiones de fondo, se dio a partir de un llamado de Jorge Macri a Axel Kicillof por los recurrentes ataques ocurridos en territorio bonaerense que tienen como víctimas a efectivos de la Policía de la Ciudad.
Tras la reunión en el comando de Puente 12 de la Policía Bonaerense en La Matanza, Wolff anunció que ambas partes alcanzaron un compromiso para “armar una mesa de trabajo que aborde la problemática que sufre la ciudadanía en general. Allí acercaremos propuestas que apunten a fortalecer la temática”.
En un posteo en la red social X, el funcionario de Macri agregó que el compromiso de su equipo apunta a “trabajar para resolver los problemas cotidianos que sufre la gente, sin importar territorio, color político o afiliación partidaria”.
Por su parte, Alonso, quien días previo había apuntado contra la gestión Macri, confirmó la realización de una “importante mesa de seguridad” y contó que se evaluaron “avances estratégicos en seguridad para el AMBA y nuevas medidas de seguridad a implementar”.
Horas antes del encuentro, los cruces se habían agudizado. “Tengo una buena relación con Javier Alonso, técnica, pero acá hay diferencias políticas. Hay una decisión política nuestra de sacar los piquetes, en la Provincia tienen otras decisiones políticas. Estamos separados por una avenida y no puede de un lado de la avenida un policía tener dos años de formación y del otro lado nueve meses. De un lado tener a toda policía geolocalizada, en la Ciudad y del otro no”, enumeró Wolff.
“Los límites que ponemos los políticos no son los de los delincuentes y cuando los delincuentes ven eso se aprovechan. En el mapa del delito vemos que los mayores delitos en la Ciudad se cometen en el límite con la Provincia porque entran, cometen sus delitos porque allí tienen un trato mucho más laxo”, añadió Wolff.
Frente a esto, Alonso recogió el guante y antes de la cumbre en La Matanza, respondió: “Si ellos quieren sumarse al trabajo serio, bienvenido sea. Tenemos diferencias ideológicas que tenemos con el Ministerio de Seguridad de la Nación. Sin embargo, hemos avanzado mucho en la construcción de equipos conjuntos donde compartimos inteligencia criminal, donde combatimos el narcotráfico”. “La buena predisposición para trabajar la tenemos. Ahora, para chicanas no”, acotó el ministro bonaerense a El Destape Radio.
Ya durante la tarde, después del encuentro, Alonso volvió a la carga contra la gestión de la Ciudad. “En repetidas ocasiones, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, ha intentado disimular las fallas de su gestión lavando su ropa con la provincia de Buenos Aires. Los problemas políticos internos, la inseguridad agravada por fugas de presos, y la suciedad que invade las calles porteñas se maquillan con estrategias superficiales, como si un perfume pudiera ocultar la falta de soluciones reales para los vecinos”, escribió Alonso en un extenso hilo en la red social X.
“Recientemente, la ministra Patricia Bullrich presentó un dato contundente: en 2024, la tasa de homicidios en el país se redujo de 4,4 a 3,8 por cada 100 mil habitantes, una caída del 13,6%. Este logro, indiscutiblemente, es producto del trabajo comprometido desde la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, Jorge Macri tergiversó cifras oficiales al afirmar que la tasa de homicidios en la provincia era de 7,5, cuando el dato correcto, según lo difundido por la ministra nacional, es 4,5. No se puede gestionar la política de seguridad mintiendo sobre la estadística criminal para sacar un rédito político”, siguió Alonso.
Siempre en el mismo posteo, Alonso continuó: “Jorge Macri ha señalado supuestos ataques sistemáticos contra la policía porteña. Si sus afirmaciones fueran ciertas, sería imperativo presentar pruebas y realizar denuncias formales que permitan investigar y actuar. Mientras eso no ocurra, queda claro que sus declaraciones buscan más rédito político que soluciones reales. Si no tiene pruebas, debería dejar de hacer política con el dolor de las familias de los policías”.
Y sobre la reunión que mantuvo con su par Wolff, Alonso escribió: “Hoy le explicamos al ministro de la Ciudad el método profesional de trabajo que implementamos con el Ministerio de Seguridad de la Nación y con las demás provincias, a través de Mesas de Coordinación donde se analiza la información delictiva y se planifican operaciones conjuntas. También le entregamos una carpeta con información detallada sobre las organizaciones delictivas y las bandas narco que operan en la provincia y que se esconden en la Ciudad, para que se comprometan en la lucha contra el crimen organizado que está detrás de los delitos que sufren todos los días porteños y bonaerenses. Desde esta perspectiva, trabajaremos en una mesa técnica para generar respuestas a los problemas de seguridad del AMBA”.
A modo de cierre, “no permitamos que nadie se arrogue el derecho de apropiarse del dolor de las víctimas. La seguridad de nuestros vecinos no puede ser una herramienta política ni un show mediático. Es un desafío que exige trabajo serio, compromiso y cooperación real entre todos los niveles de gobierno. Que no intenten arrastrarnos a un lodazal donde solo ellos salen salpicados. Nosotros seguimos enfocados en soluciones reales, en el fortalecimiento de las instituciones y en la construcción de una provincia más segura para todos”. (DIB)