(Por Mónica Gómez)
Argentina en su extensión cuenta con innumerables productos que se dan origen dependiendo la región. Estos son particulares de una zona y los habitantes de las comunas donde recen son los que los conocen y se alimentan de ellos en cada estación. Es normal escuchar las anécdotas de los lugareños relatando las recetas familiares o las formas en que se consumían estos productos. También como las abuelas los preparaban en conservas para la utilización a futuro. La mayoría de estas frutas, verduras o hierbas son de características silvestres y su concentración de producción se da en los hogares como beneficio de los árboles o plantaciones familiares. En la región mesopotámica se concentra una gran variedad de árboles con frutas tropicales que generalmente son de producción salvaje, esto se debe gracias a sus características ambientales.
La utilización de estos productos en la cocina diaria marca una impronta en la cultura gastronómica del lugar. Así estos alimentos conforman las recetas familiares que luego pasan de generación en generación por las cocinas de las familias para conservarse como propios de una región. Reconocer el sabor de cualquier fruto que está en la mesa de diaria, los convierte en porta voz para las futuras generaciones y así estimular la producción de estas frutas autóctonas.
En posadas se encuentra una de las frutas características de Sudamérica, la chirimoya. Esta que nace de un árbol bajo crece principalmente en regiones tropicales como Brasil Paraguay y aquí en Argentina. Si bien este fruto no es consumido habitualmente se puede encontrar en la región y su aprovechamiento así como su divulgación es necesaria para una mayor demanda.
Las propiedades de este pequeño tesoro con forma de corazón son altas. Se presenta con un aspecto rugoso, casi simulando ser una ananá, contiene huellas o marcadas sobre su pie, de color verde oscuro o amarillo se percibe refrescante y aromática. Con un sabor dulce, rica en vitaminas y fibra este fruto lo puedes consumir en preparaciones dulces y saladas.
Este alimento completo se cultiva de forma manual y se consume cuando llega al momento de maduración completa. Esto se da cuando su cascara pasa de verde claro a verde oscuro amarillento. Es ideal para consumirlas como fruta fresca ya que su sabor dulce y perfumado la hace irresistible al paladar. Basta con partirla a la mitad y consumir su pulpa con una cuchara teniendo cuidado de las semillas que contiene ya que presentan un tamaño mayor al de cualquier otra fruta. Tiende a oxidarse con facilidad así que es recomendado sumergirla en agua o rociarle limón para mantener su color blanco particular.
Esta fruta es muy versátil para la cocina por su espesa pulpa se puede utilizar en licuados, jaleas, helados y hasta flan.
Hoy la chirimoya es una fruta ideal para un rico batido energético. No te olvides de consultar por las frutas autóctonas de tu zona para incluirlas en tu dieta.
BATIDO DE CHIRIMOYA
Necesitamos:
- Chirimoya 1
- Bananas 2
- Azúcar de caña, orgánica 2 cucharadas
- Agua 50cc
- hielo
PREPARACION
Pelar las bananas y llevar al freezer hasta que estén congeladas, cortar por el medio la chirimoya y retirar la pulpa. Sacar las semillas y licuarlo con las banas congeladas, la azúcar y el hielo. Agregar el agua para que no resulte una crema muy espesa. Servir frio.