Se destaca la eliminación de las las zonas de exclusión y se establece a un máximo de 500 metros para las denominadas áreas de amortiguación.
(NAP) El diputado Luciano Bugallo, que responde a la Coalición Cívica aliada a Juntos por el Cambio, presentó en la legislatura bonaerense un proyecto de Ley de Aplicaciones de Fitosanitarios que busca armonizar los criterios ambientales con los intereses económicos y sociales de la provincia, y promover el desarrollo sustentable y la participación ciudadana en la gestión ambiental.
Además, la intención del proyecto es “armonizar la legislación provincial con la nacional y con las buenas prácticas agrícolas, para asegurar una producción sostenible y responsable”, explicó Bugallo.
La iniciativa presentada por el diputado provincial cuenta con más de 40 artículos en los cuales se establecen condiciones para el correcto uso de los fitosanitarios, sobre todo en las áreas periurbanas.
En la normativa se fija, entre otras cuestiones, las formas de uso de los productos, el ámbito de aplicación, la creación de registros y la confección de un Manual de Buenas Prácticas.
Se destaca la eliminación de las zonas de exclusión y se establece a un máximo de 500 metros para las “áreas de amortiguación”, incluso pudiéndo ser menos si las características de la región así lo permiten.
En el articulado se define como zonas de exclusión a las áreas donde se prohíbe el ingreso o el sobrevuelo de determinados vehículos o aeronaves, por razones de seguridad o defensa. Mientras que las áreas de amortiguación son zonas intermedias entre dos áreas con diferentes grados de protección o conservación, donde se realizan actividades compatibles con los objetivos de ambas.
El proyecto deroga la Ley 10.699, actualmente vigente y dispone que su cumplimiento sea obligatorio en todo el territorio bonaerense, dejando sin efecto la aplicación de todas las ordenanzas municipales que fueran en contra de la nueva normativa.
En la actualidad, hay 86 ordenanzas diferentes que regulan las aplicaciones de estos productos, lo que genera confusión y dificultades para el sector agrícola.
Algunas ordenanzas establecen distancias mínimas para aplicar los fitosanitarios, sin tener en cuenta las condiciones y formas de aplicación, que son las que determinan el impacto ambiental y sanitario. Otras ordenanzas prohíben el uso de ciertos productos que están autorizados por el Senasa. (Noticias AgroPecuarias)