(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
Existen gran variedad de sistemas, métodos, programas, etc., de entrenamiento físico. El por qué de elegirlo es muy simple.
Función es un propósito, una tarea, y funcional es ser UTIL, práctico, es realizar una tarea para lo que una persona fue creada.
Entrenamos como nos movemos.
Hoy, las redes sociales, el marketing, las modas, hacen de un entrenamiento algo circense, ejercicios complejos, riesgosos, de difícil aplicación a la vida cotidiana.
Nuestro sistema, creado por Juan C. Santana, y llevado a toda Latinoamérica y el mundo por el Profesor Justo Aón, se basa en los 4 pilares del cuerpo humano. Como se mueve, desarrolla y se desenvuelve cotidianamente.
A mayor variedad de movimiento, mayor variedad de adaptación y más patrones de movimiento para responder a esa necesidad.
El entrenamiento debe ser específico para el objetivo de esa actividad.
La gran mayoría de las actividades involucran el contacto con el piso, diferentes planos de movimientos, la estabilidad, aplicación de fuerzas, palancas, resistencias, velocidad e intensidad.
Los 4 pilares del movimiento humano son:
1.La locomoción: es la habilidad bimotora más importante que usamos. La locomoción involucra a los 4 pilares.
- Cambios de nivel: Movimientos hechos por el tronco, extremidades inferiores o combinación de ambas que bajan o suben el centro de masa corporal.
3.Empuje y tracción: se desplaza el centro de masa utilizando el tren superior del cuerpo. Nuestro cuerpo está conectado neurológicamente de manera cruzada.
4.Rotacion: es el más importante, trabajamos el plano transverso. Se manifiesta el efecto sarape, fuerzas, movimientos diagonales.
El 85% de los músculos del tronco están conectados diagonalmente o transversalmente (horizontal).
El cuerpo está hecho para rotar.
El cuerpo humano se mueve en tres planos:
Sagital: derecha e izquierda.
Frontal: anterior, posterior.
Transversal: arriba, abajo, rotativo.
Teniendo como referencias estos aspectos básicos y esenciales, el propio cuerpo alcanza para iniciarse en un período de entrenamiento planificado para determinado fin.
Siempre deberíamos entender el entrenamiento, como casi todo en la vida, de lo más simple a lo complejo. Esto sería, primero manejar EL CUERPO, en todos los planos de movimientos. Programar un plan integrando ejercicios progresivamente para ir incrementado, que el cuerpo asimile esos estímulos, provocando adaptaciones neuromusculares, para poder incorporar cada gesto como algo propio.
Es mucho más simple y práctico iniciar sin cargas externas, realizar todo el recorrido, ángulos y rango articular completos. La velocidad, las cargas, alteran la técnica.
Una vez incorporada la técnica, ejecución, recién allí pasar al otro estadio.
En el entrenamiento funcional no se necesitan muchos elementos extras para llevar a cabo un entrenamiento. Ya dijimos que el propio cuerpo, inicialmente, es suficiente. Luego, una banda TRX, un par de mancuernas, banda elástica y algún balón medicinal, alcanzan para mejorar tu condición física.
Es muy importante seleccionar los ejercicios específicos al deporte, o lo que quieras mejorar, no es cuestión de cantidad, sino CALIDAD. Como tampoco son necesarios ejercicios difíciles, raros, que salen del patrón natural de los movimientos de la vida real.
Para todo esto es necesario un control médico apto para la actividad física, y más aún, un monitor, profesor que te guíe en tu entrenamiento, rutina, respetando las necesidades, intereses personales y por sobre todo el cuidado de tu salud.
Lo ideal es que cuando te decidas por la actividad física, que sea algo habitual, cotidiano de tu vida, como el dormir, comer, ser un deportista TODA tu vida, no por períodos.
No existe mejor fármaco, antídoto, remedio para cualquier afección o prevención que LA ACTIVIDAD FISICA, el DEPORTE.
Que sea una elección de vida y un camino de ida. No te vas arrepentir.
¡¡¡El momento es HOY!!!