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sábado, 7 septiembre, 2024

Pis en la cama por enuresis: entre el 15-20% de los chicos de más de 5 años lo padecen

La enuresis es más frecuente en los varones que en las mujeres, incluso hay adolescentes que lo sufren, pero ¿cuál es el causante?

La enuresis, comúnmente conocida como incontinencia urinaria nocturna, es un problema frecuente en la infancia, afectando inclusive a entre el 15% y el 20% de los niños mayores de 5 años. Esto significa que en una clase típica de 30 alumnos, al menos 4 chicos pueden estar lidiando con esta condición.

Aunque es un tema que a menudo se maneja con discreción debido a su naturaleza sensible, es fundamental comprender las diversas causas y abordajes para ofrecer el apoyo necesario a los niños que la padecen.

Comprendiendo la enuresis

La enuresis se define como la incapacidad de controlar la micción durante la noche en niños mayores de 5 años, una etapa en la que se espera que el control vesical ya se haya desarrollado. Existen dos tipos principales de enuresis: la enuresis primaria y la secundaria. La primaria se refiere a los niños que nunca han logrado un control completo de la vejiga, mientras que la secundaria ocurre en aquellos que han experimentado al menos seis meses de continencia nocturna antes de comenzar a mojar la cama nuevamente.

Las causas de la enuresis son multifactoriales y pueden incluir factores genéticos, fisiológicos, psicológicos y ambientales.

Factores genéticos y fisiológicos

Investigaciones han mostrado que la enuresis tiende a presentarse en familias, sugiriendo un componente genético. Si uno de los padres sufrió enuresis, hay una probabilidad del 40% de que su hijo también la padezca; esta cifra aumenta al 70% si ambos padres la tuvieron.

Desde una perspectiva fisiológica, algunos niños tienen vejigas pequeñas que no pueden retener la orina durante toda la noche. Otros pueden producir grandes volúmenes de orina debido a una menor secreción de la hormona antidiurética (ADH) durante la noche. Asimismo, problemas de sueño profundo pueden impedir que el niño despierte cuando su vejiga está llena.

Enuresis: Los factores también pueden ser psicológicos y emocionales

La enuresis también puede estar vinculada a factores psicológicos y emocionales. El estrés y la ansiedad, derivados de situaciones como el cambio de escuela, problemas familiares, o incluso el nacimiento de un nuevo hermano, pueden desencadenar episodios de incontinencia nocturna.

Además, un niño que sufre de baja autoestima o tiene dificultades en la interacción social puede manifestar estos problemas a través de la enuresis.

Alerta padres: La enuresis también puede ser causada por abuso infantil

Es crucial abordar el tema del abuso sexual como una posible causa de la enuresis. Estudios han indicado que el trauma emocional y físico del abuso puede manifestarse en problemas de control de la vejiga, entre otros síntomas. En estos casos, la enuresis puede ser una señal de un problema subyacente más grave que requiere atención inmediata y una intervención profesional adecuada.

La enuresis secundaria al abuso sexual es un problema delicado y complejo. El trauma físico y emocional que experimenta un niño abusado puede manifestarse en la incapacidad de controlar la vejiga, especialmente durante la noche. Este tipo de enuresis es una respuesta al estrés y al miedo intenso que el abuso genera.

 

Los niños que sufren o han sufrido abuso, pueden tener pesadillas, ansiedad y problemas de sueño, contribuyendo a la enuresis. Es crucial que ante cualquier sospecha, sea abordado inmediatamente con intervención profesional, proporcionando al niño un entorno seguro y apoyo psicológico para superar el trauma y sus efectos físicos.

Cómo abordarlo y cuáles son sus tratamientos

El manejo de la enuresis debe ser comprensivo y multifacético, adaptado a las necesidades específicas de cada niño. Los enfoques pueden incluir:

 

Modificaciones del comportamiento: Las técnicas de modificación del comportamiento son frecuentemente eficaces. Esto puede incluir la implementación de rutinas de baño regulares antes de acostarse y el uso de sistemas de recompensas para fomentar hábitos positivos.

 

Tratamientos médicos: En algunos casos, los medicamentos pueden ser necesarios. La desmopresina, una hormona sintética que reduce la producción de orina durante la noche, puede ser prescrita. Los anticolinérgicos, que aumentan la capacidad de la vejiga, también pueden ser utilizados en ciertos casos, pero todo debe ser avalado y previamente hablado con un profesional de la salud.

Apoyo psicológico: Para los niños cuya enuresis está ligada a factores emocionales o psicológicos, el apoyo de un psicólogo infantil puede ser invaluable. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a abordar el estrés, la ansiedad y otros problemas emocionales que contribuyen a la incontinencia.

 

Educación y comprensión: Es esencial que los padres y educadores comprendan la naturaleza de la condición y brinden un ambiente de apoyo y sin culpa. La estigmatización y el castigo solo pueden empeorar el problema, mientras que el apoyo comprensivo puede ayudar a los niños a superar esta fase con mayor facilidad.

 

Con el tratamiento y el apoyo adecuados, la mayoría de los niños superan la enuresis y pueden continuar su desarrollo sin impedimentos significativos.

(Urgente 24)

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