(Por Lic. Hugo Merlo)
En 1989, el Dr. Juan Carlos Pugliese, después de trifulcas en Rosario y como consecuencia de la crisis de la economía, tomó algunas medidas para detener la inflación…argumentando sic: «vivimos en una sociedad donde operan fuertes desigualdades y esas desigualdades se hacen más dramáticas cuando opera la inflación”. Tenían objetivos para retornar a la calma y detener la inflación y proteger a los que menos tienen…medidas que se tomaron: congelamiento de precios y los salarios libres de negociación en paritarias.
¿Hasta acá le suena conocido? y también “con la responsabilidad de todos el congelamiento tendrá éxito” Pugliese, también acudió a los subsidios de esta manera, aumento del salario familiar, adelanto del aguinaldo y aumento del salario mínimo “30 años ha pasado y hoy escuchamos las mismas cosas” resultado hiperinflación… «LES HABLE CON EL CORAZÓN Y ME RESPONDIERON CON EL BOLSILLO”.
Y terminamos en la hiperinflación de 1989.
Lo que dijo el presidente: agradecer la solidaridad y al que pagó el impuesto a la riqueza son estupideces y demuestra el desconocimiento de cómo funciona la economía. En otra parte del discurso se ensañó con los empresarios del sector alimentario y pidió a los empresarios que hicieran un “esfuerzo” por los que menos tienen.
“Los que menos esfuerzo deben hacer son los que menos tienen, que ven que los precios de los alimentos no paran de subir” sostuvo, y se preguntó: “¿Cuál es el aporte de los empresarios, de los más pudientes?”.
“Quiero ponerle fin a la puja distributiva que nos lleva a discutir quién se lleva la mayor tajada y quiero que cada uno se lleve lo que corresponde, sabiendo que hay 40% de los argentinos que padecen”.
Nada menos de 30 años y la misma diatriba, empresarios pudientes y malos.
Cosas graciosas, dice Alberto, – que cada uno se lleve lo que corresponde, ¿quién dirá lo que corresponde a cada uno?
Hay un tema en Economía que se llama “expectativa” y los comportamientos se ajustan en función de estas, de ahí me brota que estas bravuconadas son solamente artilugios populistas en vista a las elecciones próximas.
La crisis política, con un presidente a todas luces sin poder de fuego, es otro eslabón crítico en los sucesos del mundo “pandemia”.
