La búsqueda de una buena oposición, el affaire Triaca y la “doble moral” para casos de corrupción, los cambios que no son cambios. Una charla jugosa con Margarita Stolbizer sobre temas varios de la política nacional.
(Por Juan Manuel Jara)
La política argentina no da tregua. Cada semana aparece alguna cuestión. Siempre está la economía, claro, pero también las internas, la gestión gubernamental y sus actores son fuente inagotable de temas de agenda. Algunos los tratan de imponer, otros saltan inevitablemente como una caja de sorpresas. En los últimos días el affaire Triaca llevó al Gobierno de Mauricio Macri a tomar una medida incómoda para ellos mismos, y bienvenida para la Sociedad: el freno al nepotismo. Un análisis más allá de los titulares y las declaraciones oficiales es que si el caso Triaca no salía a la luz nada de esto hubiese ocurrido. Sincerémonos. Y lo que hubiese correspondido no ocurrió: que Triaca estuviese fuera del Gobierno. Bastó dar la explicación naif de que “se arrepintió y pidió disculpas”. Faltó decir que además se llevó tarea para el hogar y una nota para los padres en el cuaderno de comunicados. Y la pregunta que surge: ¿Con qué autoridad moral se sienta el Ministro de Trabajo en una mesa de negociación con gremios, empresarios, a exigir que cumplan con las leyes laborales? Ninguna. Presionado por la situación, el presidente puso coto a los familiares de funcionarios en la administración.
Mientras hay dos bandos que se retroalimentan con la polarización de la famosa “grieta”, también es bueno explorar otras alternativas. Otras voces. Por eso dialogamos con Margarita Stolbizer.
La dirigente del GEN, hoy fuera de la actividad parlamentaria pero siempre activa, está pensando en dar un impulso a su Partido pensando en las generaciones que vienen. “Formar a los chicos más jóvenes en la actividad política es un desafío”, explica Stolbizer, ”El objetivo es construir una verdadera alternativa política progresista y ética porque el sistema democrático funciona mejor si hay un buen gobierno y una buena oposición, y eso hoy no existe. Por eso tenemos que ir hacia allí. Constituir esa buena oposición desde nuestras ideas que ponen a la igualdad como un horizonte de la política”.
SEMANARIO EXTRA: Margarita ¿Ve interés de los jóvenes en sumarse a la política?
MARGARITA STOLBIZER: Hay mucho. Las carreras de Ciencias Políticas están llenas en todas las facultades. El problema es que no encuentran el lugar por donde viabilizar esto. Hay que recuperar la confianza en las instituciones. En las políticas y en la Justicia. Hay estudios que marcan el alto nivel de desconfianza que la Sociedad tiene sobre el sistema de Justicia, lo cual es gravísimo porque necesitamos que la decisión de la Justicia sea creíble. Y pasa lo mismo con la Política. Los jóvenes pueden tener más o menos adhesión en función de lo que crean que nosotros representamos. Ahora, es muy malo cuando se suman pensando en una forma de ganarse la vida, y no el cómo hacer para que otros puedan vivir mejor. Esa es la verdadera vocación.
SE: Para algunos la campaña presidencial comienza ya en este año … ¿usted lo ve de la misma manera?
MS: Si, como parte de la política, creo que siempre los políticos vivimos en una campaña permanente, tratando de sumar adhesiones. Lo estrictamente electoral deberíamos dejarlo para el año que viene. La Argentina tiene una serie de problemas no resueltos como para que otra vez la preocupación de los políticos sean las candidaturas y no resolver esos problemas. Siento que el Gobierno viene frustrando una esperanza muy fuerte de cambio, y hoy esos cambios que se esperaban no son tales. La economía no logra arrancar, no le han encontrado la vuelta a la inflación, al crecimiento económico. El Presidente convoca a acuerdos económicos solamente con la mira en los acuerdos de salarios, y no convoca a ningún acuerdo de tipo institucional. No hay un acuerdo para ver de qué modo mejoramos la Justicia, así que creo que este debería ser un año en el que se debería enfocar en lograr acuerdos sobre cómo podemos tener un proyecto de país. Las propuestas pueden ser diversas, eso está bien que así sea, pero el destino debe ser común, hacia donde queremos llegar con la Argentina.
SE: El tema Triaca, los conflictos de intereses que usted ha marcado con los parques eólicos, ponen dudas a la hora de creer en el famoso “cambio”. ¿Qué tan real es esto?
MS: Los cambios que no son cambios. Los discursos que tenían antes y que cambiaron ahora. Fíjense lo de Triaca. Para mi es de una enorme gravedad que trasciende el insulto. El insulto desnuda una forma de tratamiento sobre el personal, lo pinta de cuerpo y alma, lamentablemente. Le agregamos el personal contratado en negro y lo más grave la designación en el SOMU. Resulta que el ministro interviene el sindicato, que era un desastre y estaba muy bien intervenido, pero lo que no puede hacer el ministro es nombrar gente para que con la plata de los trabajadores pagarse su empleada doméstica. Y la verdad es que no he escuchado voces…porque la verdad, durante mucho tiempo con el kirchnerismo me tocó compartir, y así me gusta que haya sido, un espacio de lucha contra la corrupción con otras mujeres como Carrió, Ocaña. Ahora esas mujeres han perdido la imparcialidad necesaria en una lucha que no puede tener un doble estándar, no se puede mirar diferente según quien sea el que comete los hechos. Entonces, muchas de esas cosas como el DNU que Macri firmó el 11 de enero, que cambia de un plumazo 140 leyes. Si ese mismo decreto lo hubiese firmado Cristina Fernández de Kirchner … ¿Se imaginan las cosas que hubieran dicho los que están hoy en Cambiemos? Porque es un decreto que es una brutalidad, no solo porque es inconstitucional sancionar ese tipo de instrumento, también por los cambios que pretende aplicar. Por eso este año vamos a trabajar mucho con una ONG llamada “Bajo la Lupa” para trata de sostener este único estándar para medir los hechos de los funcionarios. Lo mismo con los que Usted mencionaba de los parques eólicos. El presidente promueve la energía eólica, y eso es muy bueno y hay que aplaudirlo, pero detrás de eso su familia hace un negocio que con tan solo un pase de manos compra a una empresa española los parques que ya habían sido autorizados y se los vende a los chinos y en menos de un año gana 48 millones de dólares. Si esto lo hubiesen hecho los anteriores, la cantidad de cosas que se hubiesen dicho. Entonces, la verdad es que yo pretendo pararme con una sola moral, con un solo estándar para mirar, porque mi enemigo no es CFK, es la corrupción.
SE: En este tema de controlar la corrupción hay una persona en un puesto clave, en una posición “gris”, me refiero a Laura Alonso. ¿Qué opinión le merece?
MS: Siempre dejo en claro que Laura Alonso es una persona capaz y honesta. Por lo tanto, no hay en mí una descalificación hacia ella, ni como persona ni como profesional. El gran problema es que ella está a cargo de una oficina que no tiene la independencia que debería tener. Ella es una militante del PRO, fue diputada de este espacio político, y ocupa este puesto que debe tener una garantía de independencia total. No puede un militante estar controlando al Jefe de su Partido. Ese ya es un déficit de origen. Además recordemos que la ley establece que el titular de la Oficina Anticorrupción debe ser un abogado y a ella le cambiaron la ley para que, sin ser abogada, ocupase ese lugar. Hay un problema de origen que hace poco creíble la actividad que desarrolla la Oficina, y vuelvo con lo que dije antes, tenemos que tener confianza en nuestras instituciones y cuando el que está a cargo de la oficina tiene esa falta de independencia tan explícita es muy difícil confiar en lo que hace. Y lo grave, lo dije hace unas semanas, siento que me están cargando, porque la Oficina Anticorrupción estaba investigando si la hija de Milani (ex jefe del Ejército) había sido empleada ñoqui hace tres años, cosa que me parece bien que se haga, pero que se diga eso en el mismo momento en que la familia del presidente hacia ese negocio con los parques eólicos a mi me parece de locos. Y ahora estoy con un tema de la propia oficina anticorrupción. El Gobierno está diciendo que hay que bajar el déficit, se están echando empleados en varios lugares, y al mismo tiempo la oficina anticorrupción contrata una consultora privada para hacer un trabajo que deberían hacer ellos, que es armar un mapa de riesgo de la corrupción. La Oficina Anticorrupción tiene muchos empleados, tiene personal técnico, presupuesto..El mapa de riesgo lo tienen que hacer ellos. ¿Cómo vas a contratar una Consultora Privada para hacer la tarea propia que vos debes estar haciendo?
SE: ¿Adónde va 1 País?
MS: Aclaremos un punto: las alianzas son acuerdos que se hacen con fines electorales, por lo tanto mueren en la elección. Esto es así desde el punto de vista formal y legal. Nosotros tenemos nuestra propia autonomía e identidad que es el Partido GEN. Tenemos 10 años de existencia, reconocimiento no solo provincial sino nacional. Un partido que tiene una clara identidad socialdemócrata, progresista. Hicimos un acuerdo político con el Frente Renovador y, pese a los malos resultados electorales, no me arrepiento de nada, al contrario, reivindico un acuerdo en el cual nosotros unimos dos agendas muy potentes. Una muy social, del lado de MASSA y otra mas vinculada con los derechos humanos, las libertades públicas, la transparencia, que era la nuestra. Y la verdad es que todo esto tenía mucha potencialidad. Y sigo sosteniendo que es válido y necesario que exista otra alternativa para salir de una polarización violenta e ineficaz. No puede ser que la gente tenga que optar entre el blanco y el negro de manera tan fundamentalista como la pelea que hay entre el macrismo y el kirchnerismo. Tiene que haber otras alternativas. Y nuestro objetivo es reemplazar esa oposición violenta del Kirchnerismo, que no es buena para la Argentina, y que además no tiene la autoridad para ser oposición como se necesita. Hacia ahí vamos. Y eso hay que construirlo en conjunto con Massa, en quien confío y es una persona muy capaz. Ahora, si esto va a seguir, yo no puedo decirlo. No creo en los agoreros de que Massa se va al Peronismo. Hoy el Peronismo no tiene una identidad común. El gobierno de María Eugenia Vidal está lleno de peronistas. Algunos fueron ministros de Scioli, hasta sus últimos días en el poder. Hoy son ministros de Vidal. Y esos peronistas no van a dejar a la gobernadora para irse con Massa, Menéndez o Cristina Fernández de Kirchner. Entonces hay que pensar en una alternativa más para el futuro que para el pasado.