“Una alimentación balanceada contribuye al equilibrio anímico”. (Por el Dr. Alberto Minotti).Últimamente se realizaron estudios que comprueban que una alimentación balanceada contribuye a un equilibrio anímico. Los desajustes de la alimentación y la digestión favorecen a los trastornos de stress o a hasta una depresión.
Hay una interconexión muy importante entre las células del aparato digestivo, a nivel intestinal, que pueden generar trastornos que van desde nauseas a dolores de cabeza, trastornos relacionados con los cuadros de la emoción.
El rol que cumple allí la flora intestinal es importante a tener en cuenta. Es decir, todo este tipo de alteraciones emocionales puede llevar a un cambio en la flora intestinal que puede profundizarse en algunos hasta tener depresión asociados con problemas digestivos serios, hasta diarrea, colitis o gastritis serias. Una dieta balanceada indudablemente favorecerá a una mayor tranquilidad mental. Hay alimentos puntuales que sabemos que ya tienen sus propios efectos como los chocolates y algunos mariscos y pescados, que tienen propiedades estimulantes y que generan endorfinas.
También vemos en muchos procesos de depresión y caída del ánimo que están asociados a la gran cantidad de harinas que se pueden consumir en un día equis. Cuanto más, masitas, etcétera, las probabilidades que hayan un cuadro de ansiedad o depresión pueden estar asociados por la alimentación. La asociación de patologías digestivos y los servicios de la salud empiezan indudablemente a relacionar la alimentación con las emociones, el cerebro con el intestino. Por eso se recomienda siempre una dieta rica en fibras y en líquidos, especialmente el agua.
Todas las comidas deben estar acompañadas con ingesta de líquidos.
No comer suficientes fibras hace que tengamos menor disminución del tránsito intestinal. Y, la sequedad de vientre que muchas personas tienen, provoca cefaleas y cambios en los estados de ánimo por no tener una movilidad intestinal acorde. Por eso una alimentación equilibrada tiene que tener un alto contenido de fibras, frutas y verduras y de agua.
Es bueno también tomar infusiones calientes como mate, no así como el café que en algunas personas como el té en exceso, pueden generar gastritis. Hay que crear una carpeta de uno mismo para darse cuenta cuánto de determinado alimento que comí me llevó a un determinado problema.
La microbiota – ese mecanismo microbiológico del intestino – es importante que se mantenga lo más saludable que se pueda y en las mejores condiciones. A veces también, hay personas que sienten malestares por el exceso de la ingesta de fibras como gases o sensación de plenitud, y hay que cambiarlo por frutas y verduras.
¿Qué se puede hacer para contribuir
con este proceso?
- Cuidar el intestino para favorecer el tránsito intestinal
- Saber relajar el abdomen
- Cuidar la microbiota
- Dedicar el tiempo necesario para ir al baño
- Incrementar el consumo de fibras, por ejemplo, pan integral, arroz integral, frutas, verduras, avena, etcétera
- Ingerir mucha agua. Y al menos un vaso por cada comida
Sobre todo no olvidar que
“Una buena salud digestiva contribuye
a una buena salud mental”