(Por Lic. Hugo Merlo)
Ni el mundo ni nuestro país se agotan en Setiembre y Octubre. Después de las elecciones continúa la historia. Pero ahora aparecen “propuestas” desopilantes como lo de las Obras Sociales y otras que solamente apuntan a ese momento.
A veces suele decirse que alguna actitud o acción que llevamos adelante es útil, pero si la desarrollamos en tiempo y lugar adecuados. Esto define los términos. Por ejemplo: La orquesta que ejecuta una partitura en la cubierta del Titanic. Se dice que “además de apoyar la escalera, hay que hacerlo en la pared correcta”. En conclusión, si bien como decimos en Economía lo único que no se puede evitar son las consecuencias, nuestro país va a desembocar en una crisis, entonces vale la pena ver como desde nuestro territorio vamos a “TRANSITAR” la dificultad, esperamos que los acontecimientos conduzcan nuestro destino, o de alguna manera empezamos a pensar nuestra alternativa de solución que nos permita evitar mayores penurias en nuestro “patio trasero.”
Desde ya que no es igual que los acontecimientos nos sorprendan a que podamos llevar adelante algunas políticas paliativas de la crisis. Ya hace un tiempo se ha incorporado a la Administración pública basado en los conceptos de prevención y preparación.
Quienes pretendan conducir los destinos de nuestra ciudad deben pensar en el futuro, porque los elementos de la crisis están ahí, obviamente las legislativas de este año serán un elemento fundamental para la evaluación de futuro.
Había una figura política que se llamaba “gabinete fantasma” que seguían los números de la economía, los recursos disponibles. Por eso considero apropiado que, preventivamente, se evalúen aspectos de lo económico y sociales de nuestra ciudad, paralelamente con el desarrollo de lo que suceda en la Provincia y en la Nación, pero como elemento para nuestra ciudad. La cuestión es ir evaluando como se desarrollan los temas críticos para estar preparados lo mejor posible para enfrentarlos.
Los tiempos son tormentosos y es hora de ver las herramientas y tenerlas preparadas porque el momento de usarla inevitablemente llegará.
