La edad no se le vino encima, como cantaba Piero refiriéndose a su “Viejo”. Este José Meolans encima se da el lujo de realizar un desafío con su par campeón mundial de natación, el brasileño César Cielo, en Mar del Plata Almirante Brown y Necochea. Tan espigado y optimista como de costumbre, ahora el cordobés analiza con su exentrenador Orlando Moccagatta la forma de implementar una serie de clínicas en todo el país, en el marco de las escuelas de iniciación deportiva que genera la Secretaría de Deportes, Educación y Recreación e implementa la Subsecretaría de Alto Rendimiento.
“La idea de seguir en el tema de la natación es vocacional, si bien ya van para diez años de mi retiro. Con Eduardo Otero hemos recorrido muchos lugares, y ahora venimos de este ciclo de fin de semana veraniego donde el turismo ayuda para que los chicos se interesen”, comenta Meolans en el CeNARD. Y recuerda en especial la visita a 9 de Julio, adonde brindaron una inolvidable clínica que tiene ganas de repetir, según remarcó durante la charla.
“Ya van para 15 años del campeonato mundial de los 50 libre. Parece ayer, fue en el 2002 en Moscú…”, evoca. “El tiempo pasó muy rápido. Tato (Moccagatta) no estaba de acuerdo en que dejara de competir, pero la decisión estaba tomada. Con Valeria formamos una familia, tenemos a Martina, que ya cumplió seis años, y seguimos viviendo en Córdoba capital”, prosigue.
Está en una etapa de crecimiento constante. Tras armar proyectos y generar presentaciones para transmitir experiencias y motivar a los chicos para que comprendan el valor de este deporte y que cuentan con posibilidades aunque tengan limitaciones de infraestructura aunque no vivan en una ciudad masiva. Si el mejor nadador actual (Federico Grabich) es de Casilda,y hay de otros lugares santafesinos, y chicas de Córdoba”.
Y ya está metido en el tema como braceando en busca de la llegada. “No es determinante tener toda la infraestructura. La mayoría de nuestra generación surgimos del interior. Agustín Fiorilli y Walter Arcipreste de Arroyo Seco, Otero de Necochea, Sergio Ferreyra de Corrientes,y hay más…”
El de la prolongación de la edad es otro tema de referencia. “Yo empecé a los 5 años en esto, pero Otero, por ejemplo, a los 12 y estuvo en tres Juegos Olímpicos. El último campeón en 50 libres , Antony Erving, lo fue a los 35 años… Se alargó la vida útil. Antes a los 30 uno era veterano. Creo que el nadador hoy tiene más posibilidades de ingresar a una final, es un fenómeno para estudiar. Es para pensar que con mi marca en el Mundial estaría dentro de los cuatro o cinco primeros de la actualidad…”.
A su lado, el entrenador que lo tomó a los 20 y durante una década estuvo con él. Cuando Meolans subió al primer lugar del podio, “Tato” Moccagatta pidió públicamente que se hiciera un control antidoping que durara diez años para demostrar que un argentino puede ganar limpio. “Hemos tenido buenas y malas, hemos hablado siempre estando o no de acuerdo en temas de entrenamiento u otros, pero la amistad fue creciendo”. Acaso este detalle sea una de las razones para sumarse a las clínicas que la Subsecretaría a cargo su exentrenador programa en todo el país con las escuelas de iniciación deportiva.
“Sería muy bueno que salgan bien los Juegos de la Juventud el año próximo, y soñar con un Panamericano en 2023. Si ya tuvimos uno. Y por qué no con un Juego Olímpico. Brasil en poco tiempo tuvo todo. Mientras tanto yo quiero seguir aprendiendo, sumarme al gran equipo de trabajo que tiene Tato. Necesito aportar y crecer. Por eso también estudiaré periodismo deportivo en Córdoba, como una forma de entender el deporte desde otro lugar.”
Epígrafe:
José Meolans con su exentrenador y subsecretario de Alto Rendimiento, Orlando Moccagatta.
Meolans le obsequia su libro a Moccagatta.
La charla del campeón mundial de 50 libre con Guillermo Blanco.