El maíz es el cultivo que produce más granos por unidad de área que cualquier otro. Si bien las intenciones de sembrar el cereal eran alentadoras durante el invierno, una serie de factores hicieron tambalear los planes de siembra del empresario agrario en los últimos tres meses.
Según las analistas Patricia Bergero y Sofía Corina de la de la Bolsa de Cereales de Rosario, el área sembrada con maíz 2019/20 se recorta y con ello se desvanece la posibilidad de repetir el récord.
Los factores que inciden en el cambio son:
1. Los precios futuros de cereal
Luego de conocerse el informe del USDA del 12 de agosto, el precio del maíz perforó el piso de los 150 u$s/T en la posición abril 2020 de Matba-Rofex. En septiembre, mes clave de siembra en la región maicera argentina, la cotización a cosecha del cereal tocó pisos de 130 u$s/t generando márgenes de ganancia poco atractivos a nulos en relación al riesgo productivo.
2. Condiciones climáticas
El clima no dio incentivos al momento de siembra. La humedad era escasa al punto tal que se frenaron las sembradoras. El mes de setiembre cerró con un saldo acumulado de lluvias 50% menor al promedio mensual de registros históricos en la región núcleo. La provincia más afectada fue justamente la de mayor producción de maíz: Córdoba, con 5 a 15 mm acumulados en el mes de siembra. Los suelos crujían con la seca y era inviable depositar allí una semilla tan cara como es la de maíz.
3. Cuestiones financieras
Los precios deprimidos a cosecha y las pocas y caras opciones de financiación pusieron en tela de juicio la alta inversión inicial de sembrar maíz; con mayor razón cuando sembrar una hectárea de soja sale la mitad que sembrar una de maíz. Si bien existe la opción del canje a cosecha, la misma tiene una tasa implícita en dólares de hasta 1% mensual. En pesos, las tasas actualmente superan el 7% mensual. La opción de contado requiere una liquidez que en la actualidad no muestran las empresas agropecuarias, ya que los flujos de efectivo no revisten la soltura necesaria.
4. Variables macroeconómicas
Aproximadamente el 60% de los costos directos agrícolas son insumos en dólares. El incremento abrupto del dólar estadounidense en relación al peso argentino repercutió negativamente en aquellos productores que todavía no habían pagado los insumos. A su vez, la incertidumbre en la política comercial también repercute en la decisión de sembrar maíz dado que el campo ya sufre una alta presión impositiva e incluso en la zona más productiva del país algunos cultivos arrojan márgenes negativos al productor cuando se trata de campos arrendados. Sumado a ello, la actividad presenta un alto riesgo (tanto en el plano climático como de mercados) en relación con el beneficio obtenido. Este riesgo aumenta en el caso de los cereales que requieren altas inversiones iniciales para su producción y, por lo tanto, recurrir a una deuda (riesgo financiero) para afrontar la campaña.
¿Cómo es la foto hoy?
La siembra de maíces tempranos implican un desembolso de u$s 350 /ha solo para la semilla híbrida y los fertilizantes (fósforo y nitrógeno). Si a esto se le suman las labores de siembra y aplicaciones de barbecho, la inversión inicial asciende a u$s 511 /ha. Este costo era bien compensado por precios de venta en el rango de u$s 150 y 160 por tonelada, siendo un modelo para zona núcleo con rindes proyectados de 100 qq/ha. Sin embargo, con el atraso de la siembra de maíz temprano y la caída de su precio a cosecha se abre la incógnita de trasladar la siembra a diciembre como maíz tardío o pasar lotes directamente a soja.
Los precios de ventas del maíz tardío actualmente se encuentran en u$s 138 /t en la posición Julio 2020 Matba-Rofex. Si bien los costos de implantación de una hectárea de maíz tardío son aproximadamente 50 dólares menores a los de sembrar maíz temprano, el menor precio de venta a cosecha junto al menor potencial de rinde del cultivo en fechas tardías deterioran los márgenes de ganancias. La soja, con un precio a cosecha de u$s 240 /ha estaría arrojando márgenes positivos pero se consideran bajos en relación al riesgo productivo que se asume.
La soja de primera estaría dando márgenes más atractivos que los maíces sembrados en diciembre en la región núcleo, a 150 km del puerto de Rosario.
Sin embargo, la decisión de sembrar uno u otro cultivo puede variar según los forward hechos a precios más convenientes, la financiación de los insumos, el destino final de los granos, etc. Las decisiones de las empresas agropecuarias, como en cualquier otro tipo de empresa, no pueden desentenderse de los aspectos impositivos, financieros y comerciales además de procurar buenos rendimientos en las cuestiones técnicas, asumiendo el riesgo de que el clima acompañe.