Lecciones de liderazgo y economía del Fútbol Alemán.
El poderío alemán es más que reconocido en muchos aspectos además del deportivo, sin embargo, el grupo de jóvenes que obtuvo la Copa Confederaciones dejó varias claves para aprender.
(Por Lic. Gonzalo Merlo)
Terminó la Copa Confederaciones Rusia 2017 con Alemania campeón. Con excepción del equipo chileno con jugadores de renombre, el conjunto europeo no encontró un rival que le hiciera sombra, demostró su poderío en todos los sectores del terreno con un puñado de jóvenes convocados por Joachim Löw, su actual entrenador, y dieron la cara por su país, además de provocar el asombro de muchos.
¿Cómo fue que un equipo atizado de jugadores sin un nombre reconocido en los escenarios internacionales desarrolló un estilo propio, demostraron madurez y saben a qué juegan? ¿Es casualidad? O existe una estrategia que lo explique.
El poderío alemán es más que reconocido en muchos aspectos además del deportivo: cuentan con una de las economías más sólidas del mundo, y se ubican entre los tres principales exportadores, tienen el crecimiento per cápita más alto del mundo desarrollado y un desempleo del 6.9%, muy por debajo de la media de otros países de Europa, que ronda el 12%.
Además cuenta con un gran número de empresas dentro de Fortune 500, entre las que destacan: Volkswagen, Allianz, Daimler, BMW, Siemens, BASF, Munich Re, E.ON, Bayer, y RWE. A pesar de que transitaron por las guerras más violentas que a la postre dividieron al país, conduciéndolos a un aislamiento internacional, y a pesar de tener un pasado devastador, han sido resilientes en prácticamente todos los rubros.
Según el Dr. Reint Gropp, presidente del Instituto Hall para la Investigación Económica (IWH) de Alemania, el modelo germano se diferencia claramente del anglosajón de Estados Unidos y Reino Unido, porque se trata de un “sistema basado en la cooperación y el consenso más que en la competencia, y abarca al conjunto del entramado socioeconómico, desde el sistema financiero al industrial o al estado”.
Dentro del sistema financiero, por ejemplo, las cooperativas financieras y los poderosos bancos públicos se encargan de que el crédito alcance a todos, sin que importe el tamaño de la empresa. De hecho, no se centran en maximizar la rentabilidad; para los germanos las Pymes requieren fuerte inversión en la capacitación del personal, con un alto sentido de la responsabilidad social y fuerte regionalismo (compran lo hecho por sus pequeños empresarios).
El modelo de negocio del futbol de Alemania se entiende mejor cuando incluimos cómo es el día a día de la sociedad germana y lo tomamos desde un análisis bajo el más estricto diseño de organizaciones eficientes o procesos de operación productivos. No por nada también son los actuales campeones del mundo, además, en días recientes conquistaron en Polonia el respectivo título de la categoría sub 21, y el pasado domingo conquistaron el título de la Copa Confederaciones con un equipo alternativo, pero que compite con cualquiera.
En términos de futbol, el modelo deportivo se sustenta en cinco pilares y lo demuestra en su liga de futbol, la Bundesliga. Se trata de la organización que más fanáticos capta en cualquier liga, muy por encima de la “Premier League” (liga inglesa) o la muy popular Liga Española; y aunque la Bundesliga es de las que menos ingresos genera, no se trata de ineficiencias, pues su modelo está diseñado para captar espectadores y no precisamente más dinero.
Las claves del modelo alemán
- Los hinchas como pilar del negocio: La liga y los equipos integrantes promueven acceso a los estadios con precios accesibles. A esto se le suma que los horarios están pensados en los asistentes y no en los televidentes, para así asegurar un buen marco de público.
- Compromiso por el buen futbol: La llegada como Director Técnico de Jurgen Klinsmann en 2004 marcó un antes y un después. Al proponer eliminar el juego físico por la velocidad y buen manejo de balón. La misma filosofía fue continuada por el actual técnico Joachim Low.
- Fuerte inversión en divisiones inferiores: Realizaron una remodelación completa de las estructuras de las categorías inferiores, introduciendo técnicos que compartieran la filosofía de juego que el país quería plasmar, potenciando así las jóvenes promesas.
Este compromiso no fue casual y lo expandieron en la liga. Los clubes que ascienden a la primera división deben acreditar un compromiso de mantener unas categorías inferiores con una estructura sólida.
- Limpieza económica de los clubes: Los estatutos del futbol alemán contemplan la prohibición de que la propiedad de un equipo profesional esté en manos de una única persona o empresa. Esta regla, conocida popularmente como 50+1, estipula que mínimo el 51% del club debe pertenecerle a aficionados con voz y voto.
- Reparto de los derechos de TV: En conjunto los clubes lograron llegar a un acuerdo equitativo donde la diferencia fuera mínima entre el que más y menos cobra.
Alemania no solo tiene la capacidad para transitar por un modelo de liderazgo de largo plazo, sus resultados se encuentran a la vista de todos y más que una hazaña, se trata de un modelo sistémico causal y sin ningún componente casual.