El turbulento y tóxico coqueteo entre La Libertad Avanza y el PRO continúa añadiendo capítulos a su compleja relación. Tras las acusaciones de Mauricio Macri, quien tildó de «vendidos» a los dirigentes que transitaron del amarillo al violeta, Javier Milei respondió exigiendo pruebas y las facturas de esas transacciones políticas. En un encuentro con sus propios dirigentes, el ex presidente planteó una última oportunidad para alcanzar un acuerdo, aunque no descartó la posibilidad de competir por fuera si el Gobierno no cede en las negociaciones.
Macri enfatizó que su partido sigue vigente y volvió a criticar al círculo íntimo del actual Jefe de Estado. “Los que decidieron irse, simplemente se fueron. Hay un grupo de dirigentes con representación territorial, en especial nuestros intendentes, que son fundamentales y que, según las mediciones, están bien posicionados”, subrayó Cristian Ritondo, presidente del PRO bonaerense, citando las explosivas declaraciones de Macri.
Durante la reunión de este miércoles en Mar del Plata, Macri mostró interés en conocer las opiniones de los dirigentes locales. Según informa El Destape, la mayoría de ellos se manifestó a favor de consolidar un acuerdo con La Libertad Avanza para hacer frente al peronismo. Sin embargo, Macri, repitiendo su mensaje de meses anteriores, les instó a estar preparados para competir si la situación lo exige. Algunos no se atrevieron a usar la palabra “acuerdo” y optaron por términos más creativos para referirse a un posible acercamiento. Aun así, se hizo evidente la voluntad general de alcanzar un entendimiento. Las condiciones de la negociación y los términos de los pactos aún permanecen ambiguos, pudiendo abarcar acuerdos seccionales o municipales, pero es poco probable que se extiendan a nivel provincial. Lo que es indiscutible es que los intendentes desean que se respeten sus gestiones y que mantengan el control en los distritos que gobiernan.
Tras escuchar menos opiniones de las que varios hubieran deseado, Mauricio se aventuró a reflexionar en voz alta. Reconoció que las diferencias con los libertarios son cada vez más evidentes y destacó que el PRO es una “fuerza viva” que “no va a desaparecer”. El líder del partido amarillo a nivel nacional admitió encontrarse en una situación complicada. Observó que, aunque existen puntos de coincidencia en temas de macroeconomía, su espacio no puede permitirse caer en el caos que representa La Libertad Avanza, careciendo de dirigentes capacitados, profesionalismo y una dinámica de trabajo eficaz para hacer funcionar la maquinaria del Estado.
Parte de ese caos, según Macri, emana del círculo más cercano a Javier Milei, a quien describió como “un ancla de cemento” en lugar de un triángulo de hierro. Sin embargo, el ex presidente reconoció su afecto por el jefe de Estado y se definió a sí mismo como un constructor, no como un destructor.