Con su enorme labor solidaria, Rita Fournier bien podría haber sido musa inspiradora para la canción de los Beatles. Pelos por sonrisas.
Por Juan Manuel Jara
La historia de MaríaRita Fournier sin dudas que hubiese servido de inspiración para Los Beatles y re direccionar la dedicatoria del tema “Lovely Rita” que está en el playlist del legendario disco Sgt. Pepper’s. Peluquera desde los 29 años, muchos nuevejulienses han pasado por su “Pelos y pelitos”. Después de un impasse, hace nueve añosque volvió a las tijeras y a los peines. Diariamente corta el pelo a quien se acerque a su peluqueríaen Garmendia 549.
Pero además, se sirve de su actividad para brindar un servicio solidario. Hace ya varios añosarma pelucas para personas enfermas de cáncer que sufren los efectos de una quimioterapia. Inquietud que surgió en su local cuando llegaba alguna mujer a pelarse: “La persona que transita el cáncer está muy vulnerable y no todas vienen a una peluquería a pelarse. Yo las pelaba y les ponía pañuelos turbantes, las ayudaba”. Ese deseo de ayudar a estas mujeres llevó a Rita contactar a un grupo llamado “Pelucas Solidarias Baradero” en Buenos Aires. Empezó a mandarles pelos y ellos laasistían con alguna peluca. Fueron solo dos porque tenían tanta demanda que a veces la espera era de hasta seis meses. Asíque les propuso que le enseñaran a hacerlas: “me enseñaron, nos hicimos amigas y ahora trabajamos codo a codo”, recuerda Fournier.
Puso en marcha “Pelucas Solidarias 9 de Julio”. Pidió materiales a través de Facebook, invirtió en cabezas de telgopor y otros objetos. Y empezó. “Primero salían horribles ¡parecían del tío Cosa!”, recuerda sonriente.
Con el tiempo y ayuda perfeccionó la técnica. Hoy son 192 las pelucas armadas y enviadas. Para los adultos hay una medida estándar que Rita ya tiene definida , pero en el caso de un chico, por ejemplo, usó de molde la cabeza de una nenita que fue a la peluquería. Pero Rita no se queda solamente con el envío. Está en contacto con la persona beneficiada con la peluca, preocupándose por cómo va con el tratamiento.
SEMANARIO EXTRA: ¿Cuánto tiempo te lleva armar una peluca?
RITA FOURNIER: Mucho tiempo. Por suerte lo hacemos en equipo. Mi marido, Horacio Feletto, prepara las cortinas de pelos, Ana María Roca se encarga de las gorritas y María Esther Castro cose las cortinas de pelos.Después, yo las termino en unas tres horas. Pero si contamos, todo el proceso nos lleva casi una semana.
Toda esta tarea es sin fines de lucro. Las pelucas se dan a quienes las solicitan. Para eso es importante el aporte de pelo. Rita ideó una campaña, “Cambio pelitos por una sonrisa” y el lunes pasado en el Palacio Municipal organizó una jornada de donación de pelo.Y fue un éxito. En el Salón de las Américas, los peluqueros se pusieron a cortar el pelo a quienes así lo deseaban, algunos solo un mechón. La idea es hacer lo mismo en varias ciudades.
“Fue muy lindo”, cuenta Rita aun sorprendida por la repercusión de la convocatoria, ”hubo una charla, estuvieron varios peluqueros locales, otros vinieron de Lincoln, de Junín, Chivilcoy, General Arenales. Y una de las alegrías fue cuando se me acercó una señora con una peluca en una bolsa. Pensé que me la iba a donar. Me preguntó si la reconocía, le dije que no. Y ahí me dijo queera Nancy, que estaba bien, con el pelo crecido y venia a devolverla. No la reconocí, me trajo de vuelta la peluca, impecable. Hubo gente que fue a donar, también hubo personas que están enfermas, otras que le ganaron a la enfermedad, una chica de Moreno hizo que le pelen la cabeza, le pusimos una peluca a pesar de estar transitando un cáncer muy complicado. El evento fue muy movilizador, compartimos momentos emotivos”.
¿El resultado? 472 mechones de pelo y casi 173 pañuelos y turbantes. Lo que hace Rita junto con sus colaboradores deja vivencias y muchas veces un llamado de atención para la Sociedad. Como aquella nena de seis años que llegó desde Buenos Aires a su peluquería en la calle Garmendia con un gorro enmarcando su cara triste. “¿Vos sos la que me va a devolver el pelito?”, le preguntó a Rita. Después de pelarla y de colocarle su peluca, ya con una sonrisa, le dijo: “Gracias Rita, porque ahora no se me van a reír mas los chicos en la escuela”. Eso le pegó duro, porque la Sociedad mira con cara distinta a aquella persona con un gorro o con un pañuelo. Vivencias emotivas que Rita comparte en su peluquería con su clientela porque muchas veces transcurren durante su jornada laboral.
Cambiarpelos por sonrisas, eslo que la moviliza. Su cruzada solidaria se extiende y la demanda crece: “Nos expandimos ytenemos muchos pedidos, todo sin fines de lucro, y armando un equipo para que el día que yo no esté alguien siga con este trabajo. Para Rita es una manera de sentirse útil, estar ocupada y, sobretodo, estar haciendo un bien.Se llama empatía, amor al prójimo.Se llama Lovely Rita Fournier, la que cambia pelos por sonrisas.
Fotos: Gentileza de Aldana García fotografía