El fin de semana pasado la ciudad tuvo una sobredosis de espectáculos culturales de primer nivel. Llegó de la mano del programa provincial AcercArte, que tiene por objetivo llevar espectáculos artísticos y culturales a todos los rincones de la provincia, independientemente del color político que gobierne.
Algo increíble de asimilar y más aún, por estos lares, después de una década en que pesaron con plomo, los “castigos” que debió sufrir toda una comunidad simplemente porque el gobierno que la representaba no modelaba la misma “camiseta” que otros estamentos gubernamentales. No eran afines, decían algunos. No tenían cintura política, retrucaban los otros…
Sin embargo, al menos algo llegó. De la mano de un gobierno nuevo y en este caso fue la cultura: con espectáculos que convocaron a muchedumbres como los dos recitales de Miranda y Los Pericos. Y, con otros no tan masivos pero no por ellos menos pintorescos: Ajedrez viviente, arte callejero, talleres de fotografía y de reutilización para niños, pintura de murales, stand up y algún etcétera más.
¿Es el momento oportuno para semejante gasto? Se preguntan algunos, con mirada crítica. La respuesta tiene como siempre una doble lectura: Por un lado quizás no sea el momento propicio en un contexto general del país en donde el tarifazo, la inflación y otras hierbas desvelan a propios y extraños. Pero la otra mirada puede decir que sí: la cultura nunca está demás y, en términos generales, el “gasto” que generan estos eventos no descalibran las finanzas públicas de un país. (Lo que las descalibran son las otras cosas, esas que estuvimos viendo como titulares en los principales diarios del mundo por estos días…).
Durante estos últimos años Nueve de Julio ha demostrado una capacidad asombrosa para ofrecer distintos tipos de espectáculos y de expresiones culturales que, lamentablemente muchas veces no fueron aprobadas ni seguidas por el público. A prueba de base y error ha tenido muchas veces que chocar con la frustración: desde el lado de los organizadores, que han tenido que afrontar los gastos de los espectáculos. Pero también la frustración de una gran porción de la población que exige otro tipo de actividades… Entre unos y otros abundan los fuegos cruzados y las posiciones irreconciliables. Unos afirman que el público local es difícil y que muchas veces viaja a Buenos Aires para ver una obra que cuando se da en una ciudad como la nuestra, sobresale por su ausencia. Otros, sostienen que los eventos que llegan a la ciudad no son de su atractivo… Lo cierto es que como dice el gran empresario Peter Drucker, cuando el producto es bueno, el mercado siempre está. Y esto lo conformó la comunidad el fin de semana que, a pesar de las bajas temperaturas y de que el sábado fue un día laboral, se agolpó a la plaza principal para disfrutar de “un cacho” de cultura.
Pero nada dura cien años, y la calma no solo precede a la tormenta. También la continúa. Ahora el público quizás quiera un bis. Un bis de cultura que viene reclamando desde hace años bajo la simple crítica de “por qué acá no llega nada, si en tal o cual lugar, hay”…Y llegan los puntos suspensivos…
El viernes de la semana pasada, el secretario provincial de Cultura, Alejandro Gomez adelantaba ante los micrófonos de Un Plan Perfecto (FM Forty 106.9) que el objetivo de AcercArte era también acercarse a los municipios para ver las demandas particulares que estos tenían, siempre hablando en términos de cultura, y dar, como dicen los pediatras, “a libre demanda”. Es decir, dar a cada municipio, lo que soliciten su gente y sus particularidades .
Después de AcerArte entonces ¿qué? Justamente allí estará el gran desafío. Habrá que detectar con inteligencia las demandas de una población local siempre exigente y muchas veces difícil. Pero también se tendrán que rastrillar los recursos con los que cuenta la ciudad y cuáles son los caminos mejores para optimizarlos. No puede quedar de lado el trabajo interinstitucional. La ciudad tiene varios centros culturales que no debieran ignorarse: La Esquina de Arte y Cultura, la Biblioteca José Ingenieros y la Asociación Cultural nuevejuliense, son solo algunos de ellos. Detectar las demandas de la población, articular las fuerzas y los intereses para optimizar los recursos, será el próximo desafío de la nueva cartera municipal de cultura. Tal es el desafío que queda en el día después de AcercARTE