(Por Erica Mariela Bianquet – Licenciada en Nutrición (MP1282) Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires)
El impacto social de la nueva ley de talles repercute en la salud integral de los ciudadanos, es inclusiva, integral y respeta la diversidad corporal. Se trata de un avance en línea con el derecho a la salud y los derechos humanos.
En los espacios de consultas recibimos a adolescentes que intentan adecuarse a los talles que impone la moda de su grupo de pertenencia. En muchos casos sus cuerpos no son los aceptados socialmente y se sienten excluidos, vulnerados en su integridad.
Los talles generalmente no representan las medidas reales. Por ejemplo, un 46 puede equivaler a un 42, lo que suma desconcierto y frustración especialmente en los jóvenes que sienten que hay algo malo con su cuerpo, que está fuera de la norma.
“Vengo a verla porque no entro en la ropa que me gusta, no me quiero comprar pantalones de gente grande. Mi peso está mal”, suele escucharse en las consultas. Que no encuentren talles para sus medidas influye negativamente en su autopercepción pues a esa edad es importante sentirse parte de sus grupos de pertenencia, de sus tribus. Vestirse es un derecho básico, no puede haber un único talle o limitados.
Las dificultades para conseguir ropa y la eventual disconformidad con sus cuerpos pueden ser factores disparadores de un vínculo insano con la comida o de un trastorno de la conducta alimentaria.
El riesgo es que incorporen como creencia que el peso correcto es el que le marca el talle del pantalón de moda. No es casual que en la adolescencia se disparen los trastornos de la conducta alimentaria y la industria de la moda hasta ahora no estaba ayudando.
Los nutricionistas abogamos por la salud en su totalidad no solo enfocado en el peso y en combatir la malnutrición. Consideramos necesario poner en el centro al paciente de manera integral, contemplar su individualidad, sus antecedentes familiares, sus rutinas de laboratorio, su contexto social y respetar su diversidad entre otros tantos criterios que se evalúan en una consulta con nutricionistas matriculados.
Así, puntualmente la ley 27.521 de “Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria” resulta para nuestro colectivo profesional un gran paso en materia de derechos y ahora que está reglamentada, debemos hacerla cumplir como corresponde.