(Por Lic. Magdalena Maineri)
Por lo general, cuando se habla de esta ley, suele aplicarse a relaciones de pareja. Sin embargo, también puede aparecer en otro tipo de vínculos: de amistad, padres con hijos, relaciones de parentesco, etc. Ahora bien, ¿qué es la ley de hielo?
La ley de hielo es usada como castigo. Una de las dos personas se enoja con la otra, y en lugar de expresarlo y dar sus motivos para tratar de remediar la situación, asume la actitud contraria: deja de hablar y actúa con indiferencia y frialdad. La persona que la usa, cree que realizando esto va a cambiar algún comportamiento de la otra persona o va a conseguir que haga lo que ésta persona quiere.
En el caso que creas que ante un conflicto, solo podes enojarte y no abordar la conversación con la otra persona en ese momento, está bien tomarse un tiempo para pensar y manejar las emociones. Sin embargo, antes de irte sin decir nada e ignorara la persona que tenes en frente, podrías probar lo siguiente:
“para mi es importante, pero estoy alterado/a y no quiero decir cosas hiriente. Voy a tomarme un espacio y lo hablamos”.
“en este momento no me siento bien para hablar, déjame respirar un rato y lo hablamos”.
“esto es importante para ambos pero tenemos muchas emociones a flor de piel. Démonos un espacio y nos encontramos luego para hablar sobre el tema”.
Ahora bien, ¿Cómo saber si me están haciendo la ley de hielo?
No te habla o contesta tus mensajes tras un conflicto, pese a que estás tratando de arreglarlo.
Cuando si responde, lo hace de forma fría o monosílabos.
Finge que no estás y te ignora, aunque estés en el mismo lugar/misma conversación.
No tiene en cuenta tu opinión, ni intenta escucharla.
Pasa por alto las demandas o peticiones que le expresas de forma coherente.
Ante la imposibilidad de comunicarte con el/ella, ya que siempre pone trabas.
