(Por Mónica Gómez)
Ahí donde el cielo se tiñe de blanco, donde alrededor se ven montañas, la provincia con su historia. Donde se respira el aire Sanmartiniano de pies a cabeza. Donde los tomates membrillos y frutas de carozos abundan por los valles. Es ahí donde las uvas se sintieron gustosas para marcar el tapiz perfecto entre la cordillera y los campos de vid. Mendoza tiene el aroma del vino, su suelo, la tierra, su gente; es el maridaje perfecto desde donde nacen los vinos más selectos y prestigiosos del mundo. Hombres y mujeres se dan cita a lo largo del año y con mayor asiduidad en la temporada de cosechas para apreciar este mundo desde sus comienzos. Conocer el ritual de producción de un vino se hace necesario para quienes son amantes de esta bebida.
El campo y el vino, dos proezas que antaño fueron actividades exclusivas de la masculinidad, me encuentran hoy con la soberana realidad de que, en Mendoza, así como en muchos lugares es tema de todos indiferentemente del sexo. Es allí donde descubro a Margarita Barrozo. Esta mendocina viviendo en Villa Mercedes, San Luis, desde hace tiempo; tiene el alma estancada en su provincia natal y vive de igual forma las batallas que sus compañeras de la Asociación Mujeres Rurales Argentinas AMRAF. Vicepresidenta de esta organización se encausa en todas las problemáticas del campo y sus situaciones, donde las mujeres libran batallas constantes por su condición para así obtener la igualdad.
Viene de una familia de productores de uvas, su padre contaba con un pequeño campo en donde todos producían. Su intervención era solo en las épocas de cosecha o en épocas donde la planta se ataba. Creció entre las plantaciones, de más grande trabajó en la producción y logró tener su propia finca donde contaba con 5 hectáreas. Ahora radicada hace 3 años en Villa Mercedes, lo observa desde afuera, compartiendo los pesares que transitan actualmente las mujeres. Siente que es un trabajo de toda una vida, cada paso es necesario porque va más allá del resultado, es la labor constante, es la fortaleza de cada día al juntar las semillas, llenar los tachos con uvas para producir desde 1 litro de vino. Es el trabajo de todo un año constante. Así cada día entre la poda, la arada, la brotada, la arada, los riegos, cada noche de helada y cada día de lluvia; se vive entre la incertidumbre y la necesidad de trabajar de lo que se ama.
Las mujeres hacedoras de la provincia de Mendoza se caracterizan por ser productoras de vinos y la gran mayoría corresponde a pequeñas producciones donde la mayor parte se destina a la comercialización de la uva en cooperativas o establecimientos vitivinícolas para tercerizar la elaboración final del vino. Esta producción es una de las principales fuentes de lucro de la provincia y está bajo el ala productiva de grandes bodegas que se manejan en mercados internacionales. A su vez los pequeños productores y principalmente las mujeres, como iconos productivos de esta actividad siguen luchando para permanecer y subsistir con sus pequeños campos, estableciéndose en asociaciones y sintiéndose respaldadas por una mujer como Margarita que conoce de fondo las problemáticas de este sector.
Las mujeres del vino son productoras que se imponen en un grupo donde el hombre domina la tierra, es allí donde se hace frente. Desde el inicio de esta bebida la mujer está presente y junta a las nuevas generaciones, que traen someliers y hasta a las mismas curiosas que se inician en el mundo del vino. La mujer va pisando el camino. Aun así, toda aquella que haya vivido en lugares donde la producción de la vid es común, no borra de su mente y de sus manos el color borravino de las uvas.
La receta de hoy es una sal de vino tinto ideal para tener en la alacena y utilizarla en carnes y salsas.
Sal de vino tinto
Necesitas:
- Sal gruesa
- Vino tinto
Procedimiento:
En un bowl de base ancha colocar la sal gruesa y con cuchara ir bañando los granos de sal. Agregando las cucharadas de a poco y en pequeñas cantidades para que la sal absorba y no sé diluya. Mezclar y dejar orear toda la noche en un lugar seco y extenso. Guardar en frasco cerrado para su conservación.
