En busca de brindar una tabla de talles adecuada a la realidad nacional, un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) recorre el país con un escáner que mide los cuerpos argentinos. La tarea no es sencilla, pero el estudio, que comenzó en 2015 de forma sistemática, hoy abrió la inscripción para participar de la segunda etapa. Sandra Jung, referente del Centro INTI-Textiles que lidera el estudio, brindó detalles de la investigación que permitirá que la Ley N° 27.521, más conocida como Ley de Talles, se concrete.
Con la sanción de esta Ley, se busca que toda la indumentaria sea fabricada, confeccionada y comercializada conforme al Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (SUNITI). Este sistema estandarizará los talles en función de los resultados que arroje el Estudio Antropométrico Argentino que el personal del INTI está llevando adelante.
“Desde 2015, recorremos el país con un escáner 3D que, valiéndose de 16 sensores de luz infrarroja, genera una imagen virtual del cuerpo. Para reducir el margen de error, las mediciones se realizan dentro de una cabina cerrada, en ropa interior, una posición especial y permaneciendo inmóvil. El escaneo dura diez segundos; luego, el software mide sobre la figura 3D y nos da una lista que tiene poco más de 70 mediciones”, explicó la especialista en matemática aplicada.
Previo al ingreso a la cabina, el voluntario debe completar un formulario con información personal para saber su sexo, edad, si hace deporte, su formación y profesión actual, entre otras cuestiones relevantes para el estudio. “Combinamos los datos/variables de este formulario con los del escaneo y trabajamos de forma estadística para elaborar mediciones resumen que nos permitan identificar cuerpos que se parecen y que se diferencian de otros”, señaló Jung al explicar el método de análisis multivariado que utilizan.
“Nosotros -detalló la investigadora del INTI- seguimos una norma para estudios antropométricos que indicó que nuestra muestra precisa 14 mil cuerpos para ser representativa. Es fundamental que sea en cantidades parejas de los distintos grupos; por eso, es necesario que contemos con voluntarios de diferentes edades -a partir de 12 años y sin límite superior- y de diferentes géneros”.
La convocatoria, que es absolutamente voluntaria y azarosa, se realiza por regiones ya que los estudios antropométricos de referencia (España, Francia y México) trabajan dividiendo al país y brindando conclusiones tanto por regiones como en general. “En nuestro país, puede haber diferencias, pero quizás no tantas como uno supone. Por ahora, no queremos dar resultados parciales porque nos falta escanear el AMBA, la Patagonia y algunas ciudades del Norte, como por ejemplo Salta”, comentó Jung en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
La especialista aseveró que “prácticamente, el 90-60-90 no existe, no sólo en el país, sino en el mundo. En casos excepcionales sí, pero es poco probable en adultos sanos. Los cuerpos han ido evolucionando con el paso de las décadas y en el último resultado del estudio español se vio que la población fue creciendo tanto en contorno como en altura. Cuando, en 10 años, hagamos un nuevo relevamiento, podremos comparar resultados y ver esa evolución en Argentina”.
Si bien Jung prefiere esperar a completar el estudio para dar estadísticas asegura que, analizando los datos disponibles hasta el momento de cuerpos femeninos, se puede notar por qué se precisa la Ley de Talles para indumentaria. “Las marcas -explicó- tienen en su etiqueta las medidas corporales sobre las que basan el diseño de las prendas y, cuando comparamos esos datos con las medidas que vimos por ahora en el estudio, se percibe un desfasaje”.
“Queremos darle a la sociedad una primera tabla de talles que sea más apropiada para sus cuerpos. Yo me aboqué a la matemática aplicada porque brinda resultados concretos, pero no siempre tuvimos los recursos necesarios para concretar un proyecto de este tamaño. Este estudio me encontró en una fase avanzada de mi carrera profesional y para mi es algo maravilloso porque tiene un impacto social enorme y es fruto del trabajo de un gran equipo de profesionales”, concluyó la investigadora Jung.
(Agencia CTyS-UNLaM)