Hacia el refuerzo del SÍ: Claves para Entender y Gestionar la salida de la Negación
(Por Marina Rovner*)
Vivimos en la era de la información y tenemos acceso directo a datos científico, sin embargo muchos prefieren negarlos. Se trata del negacionismo.
¿Qué es el negacionismo?
El negacionismo es un tipo de pensamiento irracional. Consiste en la no aceptación de una realidad.
Uno de los motivos por los que se ejerce el negacionismo es para evitar aceptar lo que se teme que pueda generar incomodidad a nivel psicológico y que derive en una crisis de ansiedad o depresión. Aunque las evidencias sean fácilmente comprobables pareciera más sencillo optar por no creer.
“Claro que escucho hablar de la negación, pero no creo que exista”.
Los seres humanos nos inclinados a la negación cuando la verdad nos resulta demasiado costosa (emocional, intelectual o económicamente).
¿De dónde procede esa negación? ¿Por qué preferimos no ver los peligros a pesar de tenerlos delante de nuestras narices?
Tipos de Negación
-Negación Activa: Rechazar la información “No debe ser verdad” o “Falta mucho para que suceda”.
-Negación Pasiva: Ignorar, evitar prestar atención, mirar para otro lado “Hay temas más importantes que resolver”.
En relación a la negación del cambio climático, es frecuente escuchar: “Lo que yo haga individualmente no va a servir” o “Primero tenemos que resolver el problema de la pobreza” o “No creo que sea cierto”.
Sin embargo, según el último informe presentado por la ONU en febrero de 2023, debido al cambio climático, específicamente en Argentina la salud de los cultivos ha resultado ser la más pobre de los últimos 40 años.
Por otro lado, la realidad del cambio climático se evidencia en la aparición de los fenómenos meteorológicos más extremos observables en diversas partes del mundo. Las crecientes apariciones de olas de calor, incendios, tormentas fuertes, inundaciones y sequías, amenazan la salud humana, la seguridad, el bienestar, los medios de subsistencia, el suministro de alimentos y agua, la infraestructura y la economía.
El cambio climático es sin duda un fenómeno difícil de asumir, tanto por la amenaza que representa, como por las responsabilidades que nos plantea, lo que hace esperables las respuestas de “negación climática”.
Claves para entender cómo se instala el mecanismo de negación:
- Creer que uno no puede cambiar los hábitos: la repetición de nuestros hábitos nos da seguridad y confianza. Pero no todos los hábitos son buenos. En Argentina nos hemos habituado a no cuidar del agua. Un ejemplo es el desperdicio que se hace dejando canillas abiertas cuando muchas veces no es imprescindible.
- Temor de sucumbir a cuadros de depresión o crisis de ansiedad: Según estudios, se estima que para el 2050 no va a ser posible respirar por las temperaturas extremas. Tomar conciencia puede conllevar a un gran trabajo de instrospección y de desafío personal que puede requerir de ayuda psicológica. En caso de ser necesario, es importante no automedicarse sino acudir a un profesional especializado.
- Dar prioridad a las urgencias cotidianas: Las exigencias de llegar económicamente a fin de mes y la resolución de problemas diarios provoca que la mayoría de las personas vivan en función de sus propios intereses y pierdan dimensión de la perspectiva social.
- Recibir información errónea: Existen organismos de poder, que distorcionan o niegan datos de la realidad por fines económicos o políticos: Un informe de la «Office of the Inspector General de NASA (2008) ha revelado que la «NASA minimizó «el calentamiento global para proteger a Bush – Scotsman.com News».
- Falta de comunicación: En nuestro país contamos con algunos puntos de tachos reciclables, sin embargo la mayoría de la gente no sabe dónde se llevan, qué se hace con lo reciclable, en qué medida deben lavarse lo que se tira si se está usando agua de más para hacerlo, qué hacer con las botellas, pilas, etc.
¿Cómo Abordar Positivamente el Cambio Climático?
La educación es un componente fundamental a la hora de abordar los problemas del cambio climático. A través de una información adecuada, clara y precisa, se logra que las personas cambien sus actitudes y conductas, además de contribuir a que tomen decisiones fundamentadas. Desde las aulas, jóvenes y no tan jóvenes pueden aprender sobre el impacto del calentamiento global y sobre cómo adaptarse al cambio climático. La educación empodera a las personas a pasar a la acción.
La Gestión del Sí
El temor a la aceptación al calentamiento global por miedo a no poder resistirlo, puede ser transformado en acciones directas que lejos de derivar en patologías psicológicas, generarían voluntades, desafíos personales y nuevos lazos sociales.
Algunas de las propuestas que se detallan a continuación serán más fáciles de practicar que otras, pero comenzar de alguna manera ya va a ser algo muy bueno para toda la sociedad.
- Utilizar el transporte pú Nos hemos acostumbrado a utilizar el coche para todo, pero es hora de pensar en el planeta y en nuestro futuro y de usar medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medioambiente. El transporte público es una buena solución, más barata y menos contaminante.
- Comprar productos locales. Una de las cosas que más contamina son los vehículos. Si compramos productos locales evitamos que lo que adquirimos en el supermercado se transporte desde lugares lejanos, con el gasto de combustible y la contaminación que esto supone.
- Consumir o producir productos ecoló Los productos ecológicos evitan el la utilización de químicos que perjudican al medioambiente. No sólo se pueden encontrar en alimentación, también en limpieza, moda y cosmética.
- Reciclar. Informarnos y acceder al reciclado no requiere un esfuerzo adicional, sólo un ordenamiento previo.
- Reducir el consumo de plá Utilizamos mucho plástico y la mayoría es de un solo uso. Se estima que el tiempo medio de uso de una bolsa de plástico es de 10 minutos y tarda unos 400 años en degradarse. Como consecuencia de lo anterior, es fundamental evitar el consumo de plástico:
- Llevar las bolsas propias al hacer compras sin usar las bolsitas de plástico del local.
- Evitar los productos envasados en plástico, elifiendo los que están envasados en papel, cartón o vidrio.
- Disminuir el uso del agua y de la energía eléctrica. El agua es un recurso que se puede agotar por
lo que es fundamental cuidar su uso. Esto lo podemos lograr con pequeños gestos como cerrar el grifo al lavarse los dientes, ducharse en lugar de bañadera, reciclar el agua. En el caso de la energía eléctrica es fundamental reducir el uso optando por electrodomésticos de bajo consumo, utilizando bombillas tipo led, apagando las luces de casa cuando no estemos o evitando los aparatos eléctricos en stand by. - Eligir energías renovables. Las energías renovables son aquellas que se obtienen de fuentes naturales que producen energía de manera inagotable como pueden ser el sol, el aire o el mar. Además de ser inagotables no tienen impacto en el medioambiente.
*Especialista en Crisis de Ansiedad y Pánico
Magister en Comunicación y Cultura
Lic. en Psicología
@lic.marinarovner