Una investigación analizó la conducta de 2.550 voluntarios de entre 30 y 94 años: caminar 15 minutos o subir escaleras en vez de usar el ascensor marcan cambios.
La actividad física moderada también tiene un efecto positivo “neuroprotector” en el cerebro, según los resultados de un estudio realizado en 2.550 personas por el Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas.
Entre las conclusiones publicadas en la revista científica Neurology, ciertas zonas del cerebro son más grandes en las personas físicamente activas que en las menos activas, y “protegen mejor contra la neurodegeneración”.
La neurocientífica y autora principal del estudio, Fabienne Fox, apuntó que “con nuestros resultados queremos dar un nuevo impulso para ser más activos físicamente, para promover la salud del cerebro y prevenir las enfermedades neurodegenerativas”, y añadió que “incluso una actividad física modesta puede ayudar, se trata de un pequeño esfuerzo, pero con un gran impacto”.
El equipo investigador analizó los datos de actividad física de 2.550 voluntarios de entre 30 y 94 años, así como las imágenes cerebrales obtenidas mediante resonancia magnética (RM). Para tomar muestras de la actividad física, los participantes del estudio llevaron un acelerómetro en la parte superior del muslo durante siete días. Las resonancias magnéticas proporcionaron información sobre el volumen cerebral y el grosor de la corteza.
“Los resultados de nuestro estudio indican que incluso pequeños cambios de comportamiento, como caminar 15 minutos al día o subir las escaleras en lugar del ascensor, pueden tener un efecto positivo sustancial en el cerebro y contrarrestar potencialmente la pérdida de materia cerebral relacionada con la edad y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas”, reforzó Ahmad Aziz, otro de los responsables de la investigación.
Entre los resultados, los científicos pudieron demostrar que la actividad física tenía un efecto “notable” en casi todas las regiones cerebrales investigadas, en particular en el hipocampo, considerado “el centro de control de la memoria”.
“Con nuestro estudio, hemos podido caracterizar las regiones del cerebro que se benefician de la actividad física con un nivel de detalle sin precedentes. Esperamos que nuestros resultados proporcionen pistas importantes para futuras investigaciones”, indicó Aziz. (DIB) ACR