(Por Nicolás Gabriel Suarez Monío – Abogado)
En una clara demostración de inventiva e imaginación, un juez redacto la sentencia en una forma que, si bien puede ser discutida, no deja de ser creativa y particular.
En autos caratulados “Instrumentos Musicales S.A. c/ BI Emprendimientos SRL Fiduciaria del Fideicomiso las Facultades s/Ejecución Hipotecaria” en trámite en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 32, en el marco de un proceso ejecutivo por el cobro de un precio producto de una garantía hipotecaria, en el cual las sumas se reclamaban en dólares y las partes llegaron a un acuerdo, el juez Eduardo Alejandro Caruso redacto una llamativa sentencia que puso fin al litigio en forma de poema. Lo hizo homenajeando al escritor José Hernández, a quien califico como máximo poeta argentino.
Mas allá de estar o no de acuerdo con la forma en que redacto la sentencia, es cierto que no existe ningún impedimento técnico que invalide la misma, al menos a priori. Los jueces tienen la potestad de redactar las sentencias de la manera que crean conveniente, siempre que sea completa y fundada. De hecho, en el ámbito de los juzgados de familia, existe una tendencia que se está extendiendo cada vez mas de escribir los fallos que involucren a menores de manera que los mismos los puedan entender (por ejemplo, hay casos en que se expresaron resoluciones en forma de “cuentos”), ya que se tratan sobre ellos y afectan sus vidas.
En cuanto a opinión, es una manera “distinta” de redactar la sentencia, no esta mal, aunque por las sumas de dinero involucradas y demás pueda causar molestias a las partes. Mas allá de ello, adhiero a la tendencia de la rama familia que se menciono en el párrafo anterior, ya que considero que todos los operadores jurídicos, incluidos los jueces, debemos hacer lo posible para que las partes (y la sociedad en general) entiendan los procesos y las sentencias, y alejarnos del lenguaje técnico y formal de antaño, sin perder obviamente la seriedad y respeto por los temas que se tratan.
Mas allá de lo dicho, comparto a continuación la inusual sentencia en forma de poema:
“Hace tiempo que tramita
esta causa complicada
que ni Dios imaginaba
que tuviese solución…
pero el trabajo constante
de empleados del juzgado
permitió que los letrados
acercaran posición.
Hace meses circulaban
por el juzgado abogados
con cara de preocupados
y la mirada perdida
sin encontrar la salida
a tamaña controversia
fue la gestión del judicial
la que rompió tanta inercia.
Una audiencia se fijó
en medio del temporal
pues se veía un final
que nadie se imaginaba
como patear un panal
con tanta plata gastada.
Había que ver la cara
de quien prestó ese dinero
y de quien quedó prisionero
de una deuda millonaria
que le trajo la malaria
y lo hundió en un agujero.
Algunos meses pasaron….
se notó que trabajaban
para salir del entuerto
que les quitaba el descanso
procurando algún remanso
para arribar a buen puerto.
Finalmente aconteció…!!!
y hacia el final del camino
encontraron su destino
pues llegó la solución
sin otra connotación
y en un acuerdo sincero
que puso fin al conflicto…
al menos…así lo creo…
Entonces llegó el momento
de archivar las actuaciones
repartiendo bendiciones
para partes y letrados
que ya ni vienen al foro…
a agradecer las gestiones….!!”
Aquí vale aclarar que la sentencia tiene detalle más allá del poema, ya que consiste en la finalización de un litigio con un acuerdo arribado entre las partes pero resalta, la forma inusual de la citada sección.