Otro accidente fatal en las rutas
con el protagonismo de un camión
Otro accidente fatal en las rutas conmovió esta semana a la comunidad de Nueve de Julio. Otra vez el protagonista fue un camión y las causas no son otras que la falta de infraestructura vial, entre ellas la negada reactivación de los ferrocarriles por donde transportar la mayor parte de la producción de un país que se ensaña sumir a su población sobre rutas obsoletas.
Meses atrás, un menor de 15 años murió cuando chocaron dos camiones, mientras que el conductor de uno de los transportes –padre de la víctima- resultó herido. El fatal accidente ocurrió en la Ruta Provincial 65, a 30 kilómetros a la altura del cruce de vías de Carlos María Naón. Los protagonistas del siniestro, también fueron, esta vez, dos camiones, de las ciudades de Salto y Olavarría, que cargaban huesos de vaca y arena, respectivamente.
En los países de primer mundo, la mayoría de la producción se traslada a través de los ferrocarriles. Esto provoca una descongestión en las rutas que, además, tiene un sistema inteligente y están diseñadas para hacer físicamente imposibles los siniestros mortales más frecuentes como el choque frontal, que genera el 66 % de las muertes en el tránsito interurbano en Argentina.
En argentina existe un proyecto de ley que promete su perfección pero “curiosamente” es resistido por la mayoría de los legisladores del país y las cámaras legislativas nacionales buscan toda una serie de escusas para que pierda su estado parlamentario. Como se dice popularmente, “lo hacen dormir en los cajones”. Se llama proyecto PROMYTT “Autopistas y ferrocarriles para un país integrado y solidario” y consiste en construir más de 13.346 kilómetros de rutas, reactivar los ferrocarriles, generar 100.000 puestos de trabajo, transparentar fondos y garantizar, libre de peaje directo y sin costo presupuestario para el Estado. Promete verdaderas autopistas inteligentes dotadas de calzadas divididas; cruces a distinto nivel; curvas suaves; circunvalaciones urbanas; banquinas pavimentadas; alambrados propios; y todo el equipamiento electrónico de las autopistas inteligentes al servicio de la seguridad vial. Evitarían siete de cada ocho muertes que hoy se registran en la Red Troncal Nacional. Además reducirán los fletes en un 20 % y el tiempo de viaje en un 30 %. Como si fuera poco, también promete la reactivación ferroviaria.
La promesa es promisoria: la inversión se recuperaría con una tasa de 6,5 centavos de peso por litro de combustible, uniría a 1150 ciudades en donde habitan el 82% de la población y los impuestos generados por esta obra se volcarían a la rehabilitación de los ferrocarriles
El proyecto fue elaborado en 1998 por recién en 2008 (diez años después) tomó estado parlamentario en la Cámara de Diputados Nacional. Hoy, la iniciativa es apoyada por algunos congresos de algunas provincias (Buenos Aires, Santa Fe, C{ordoba, Corrientes, Mendoza, Neuquen y San Luis). El martes 9 de mayo fue presentado por el diputado nacional Alberto Asseff ante la Cámara de diputados nacional a la espera de que sea tratado por el congreso.
Desde Nueve de Julio existieron varios esfuerzos por promover este proyecto a nivel local. Hoy lo hacen desde la Unión de Usuarios Viales, una entidad conformada por muchas ciudades bonaerenses y cuyo referente local es Julio Mascheroni.
Para que este proyecto se convierta en ley es indispensable no solo que los legisladores dejen de mirar hacia un costado sino también el apoyo de la población. Por eso desde la Fundación Metas Siglo XXI (que promueve la ley PROMYTT) realizan una campaña de adhesión ciudadana a fin de juntar un millón de firmar en apoyo a este proyecto que, podría perder su estado parlamentario, durante este año. Lo hacen a través de su página www.autopistasinteligentes.org. Sería un buen comienzo para cambiar lo que creemos que hoy está andando mal en la Argentina, sumarnos a esa iniciativa. Si no lo hacemos por una cuestión de ciudadanía, por un cuestión de seguridad vial personal.
Los Primeros Auxilios en la educación, una materia pendiente
Días atrás los entrenadores del ministerio provincial de Salud y de Defensa Civil provincial brindaron la segunda etapa de un curso intensivo de Primeros Auxilios y RCP. La concurrencia fue generosa gracias a la inquietud de la inspectora d educación Física, Eliana Moro que , ni bien enterada de la iniciativa, convocó a todos los profesores de su rama.
En numerosas oportunidades se escuchan los relatos docentes sobre emergencias que se suscitan en el seno escolar y también numerosos son los temores que manifiestan sobre la responsabilidad civil que pesa sobre sus espaldas. Pero poco se habla o se propone la necesidad de que los docentes, más allá de su capacitación profesional pedagógica esté entrenado para actuar en casos de emergencias. Nuestro ejemplo es insistente pero quizás ilustre la noticia que conmocionó al país en 2004 cuando una niña de 15 años, nieta del ex presidente Raúl Alfonsín falleció tras cortarse con un vidrio en la escuela su arteria femoral, lo que provocó su rápido desangramiento y, por ende, su muerte. La tragedia sucedió en el tercer año de la escuela secundaria del Colegio Jesús María y podría haberse evitado si alguno de todos los docentes hubiera conocido las técnicas básicas de auxilio hasta tanto llegara la asistencia especializada. En ese caso, era tan simple como comprimir la herida. Pero nadie estuvo a la altura de las circunstancias. Este triste ejemplo, sirve para alertar sobre los riesgos que corren los docentes a la hora de tener niños o adolescentes a su cargo. Riesgos que se multiplican a medida que la edad de los infantes es menor.
Insistimos desde esta columna que los Primeros Auxilios deben ser una materia obligatoria para todos los docentes. O, al menos, mientras se sancione y/o confeccione una ley, maestros y profesores deben tomar la iniciativa para capacitarse en pos de la protección de sus alumnos y por qu{e no también en pos de poder asistir en una emergencia. Es más debería ser una materia obligatoria en las escuelas, en donde todas las personas estén preparadas para salvar a un abuelo o a un niño con muerte súbita, con un atragantamiento, una mordedura o picadura o salvar cualquier otra vida ante una hemorragia, un incendio o una amputación. Todo podría ser prevenible al escaso costo de estar informado y en forma gratuita.
Cabe resaltar la acertada iniciativa que tuvo la inspectora de Educación Física y bogamos que como ella, se sumen otros a esta empresa. Los recursos están disponibles y en forma gratuita , así lo manifestaron los entrenadores del ministerio que realizan este curso gratuito. Las instituciones no tienen más que comunicarlo y solicitarlo a la oficina de Defensa civil de nuestra localidad.
Es nuestro deseo que desde las escuelas, no en un tiempo muy lejano comience a concientizarse sobre este tema y los docentes que, quedan a cargo durante numerosas horas diarias, estén a la altura de la circunstancia para que los padres más allá de dar un número telefónico de emergencia, podamos estar tranquilos.