Nació de un proyecto escolar y llegó al Rossini. Debate de candidatos prolijo, aséptico e inocuo. Detalles, curiosidades y desempeño en una noche histórica.
(Por Juan Manuel Jara)
El Rossini lució muy bien presentado. Hubo nervios de los organizadores. La Inspectora de secundaria, Claudia Apella, se paseaba del hall a la sala según nos comentó “con el corazón cabalgándome como nunca”. Un desafío, sin dudas. Igual, en su discurso de presentación dejó en claro que era un evento educativo didáctico, más que político. Y así fue. Prolijo, aséptico, inocuo, mas para exponer que para debatir. Pero sin dudas que se logró el objetivo.
La idea del debate nació en el ámbito escolar como un proyecto de alumnos de secundaria, aquellos que votan por primera vez, desarrollado por la escuela de French y la de Patricios. Pero, como una bola de nieve, fue creciendo a medida que avanzaba. El HCD lo fomentó y la dimensión que fue tomando lo llevó necesariamente al Teatro Rossini. Una puesta en escena impecable. En los días previos los alumnos armaron el temario y se realizó el sorteo de absolutamente todo. Solo faltó el orden en que cada candidato podía ir al baño.
La tarde lluviosa y con temperatura invernal conspiró para que la concurrencia no fuese mayor, pero la sala del Rossini estuvo casi a pleno. De a poco fueron llegando los protagonistas. Darío Lanieri madrugó a todos, Battistella segundo, más tarde Mauro Esteban y último fue el Intendente Barroso. Los candidatos fueron escoltados hacia sus respectivos camarines por una alumna previamente designada. Cada uno llegó con su séquito. Lanieri, el más austero. Battistella casi con lista completa. Mas despliegue de adláteres hicieron Barroso y Esteban. El intendente estuvo acompañado por dirigentes de la coalición y también miembros de su gabinete. Si alguien buscaba una foto completa de la unidad del peronismo local la pudo haber tenido en esa noche. Si bien cada uno fue por la suyas, caras representativas de distintos sectores del PJ del 9 se dieron cita encolumnados detrás del candidato Esteban. Dieron el presente JP Parise, Grillo Rodríguez, el mismo Giuliodoro, el legendario Roberto Cambello e incluso Horacio Delgado, además de los massistas Lovisolo y Malis. Después del 27 se verá la solidez de todo esto.
Minutos pasados de las 20, los cuatro candidatos aparecieron en el escenario. Guiados en todo momento por la moderadora (conductora, más precisamente), de correcta labor, durante poco más de una hora recorrieron la agenda de temas previamente pautada. No hubo debate, hubo exposiciones de posturas sobre cada ítem. Los candidatos no escaparon al nerviosismo lógico de un evento que localmente nunca había tenido una dimensión como esta.
¿Cómo fue el desempeño de cada uno? Sorprendió positivamente Darío Lanieri (apareció en escena con un sweater rojo furioso, un sutil y elegante detalle de sus ideas) que siempre estuvo tranquilo, correcto y firme en su intervenciones, no necesitó mirar apuntes como los demás, tampoco escribía (esto pudo haber sido, según nos contó, porque la lapicera no le andaba). Redondeó sus conceptos y siempre se manejó dentro de los dos minutos estipulados para expresarse. Su formación docente y política (es profesor de esta materia) le permitió hacerlo con claridad y seguridad. Por desempeño, claramente fue el mejor de los cuatro.
Walter Battistella salió al escenario con el cuchillo entre los dientes, agazapado para la discusión política, pero se quedó con las ganas. De acuerdo al tema de turno se manejó con mayor o menor precisión. Fue directo en algunas ocasiones. En otras se perdió en vueltas que le consumieron el tiempo y fue presa del inapelable timbre (¡¡tomado prestado de algún patio de escuela!!). Quizás, en un debate de ida y vuelta, se hubiera lucido un poco más. Consultado si la presencia en primera fila de dos ex compañeros de su gobierno, Horacio Baglietto y Jorge Silvestre, lo habían distraído en algún momento, el ex intendente dejó en claro que hizo caso omiso de ellos.
El intendente Mariano Barroso centró cada uno de sus turnos en resaltar y enumerar las obras de su gestión, marcando diferencias con las anteriores, desplegando sus mejores cartas ganadoras. Se mostró natural como es, pero gestualmente no pudo ocultar la incomodidad que tiene para expresar, redondear y sintetizar conceptos, siempre quedándose corto con el tiempo que tenía para exponer. Nunca, en todo el debate, pudo adaptarse a los dos minutos pautados.
Destacada y sobria fue la performance de Mauro Esteban, a pesar de ser el de menos (por no decir nula) experiencia en la tribuna política. Su natural tranquilidad fue lo que marcó cada una de sus intervenciones, exponiendo de manera clara y pausada. Se presenta como la renovación del peronismo local y, por lo menos desde lo visual, lo gestual y el modo de expresarse, lo es. Habrá que ver, llegado el caso, si le cabe el título completo. Se lo notó preparado para la ocasión, siempre con apuntes a los cuales consultó. Un candidato cuidado al detalle.
Mas allá de estas apreciaciones, todos estuvieron a la altura de un evento que por su magnitud, logística y despliegue, fue una primera vez para participantes, organizadores y público. Hubo cambios que sorprendieron a los mismos candidatos porque no estaban anunciados, como algunas preguntas que estaban pautadas que fueran de uno hacia otro y que en el mismo escenario se invirtieron los roles. O el motivo por el cual quien iba a moderar originalmente se bajó del evento. Curiosidades para el detrás de escena.
Un evento importante, nacido del ámbito escolar. Un debate sin debate, correcto, preparado, prolijo, inocuo y aséptico. Felicitaciones para los organizadores. Al próximo habrá que agregarle pimienta.