Empleados municipales en la mira: Un empleado municipal pagó parte de un auto personal con un cheque de más de $150.000 pesos con el que una vecina había pagado a la Municipalidad la tasa .
Tras la denuncias e investigaciones, lo sumariaron y ahora se descubrió que durante este último mes y medio el desfalco a las arcas municipales ascendería a 500.000 pesos.
¿Qué sucedió?
El empleado en cuestión, Ariel Sarnícola, sobre quien hoy cae una denuncia y un sumario municipal, se quedó con un cheque de una vecina destinado a cancelar una deuda por una Tasa de red Vial por un importe cercano a los 150.000 pesos.
Paso siguiente, dió de baja esa deuda en el sistema de gestión municipal.
Y se quedó con el cheque el cual utilizó para cambiar su automóvil en una concesionaria local.
Pero todo salió a la luz. Y como una tomada de pelo a los nuevejulienses, el imputado posteó en su cuenta de Facebook la foto de su nuevo vehículo, lo cual puede interpretarse como un acto de impunidad o de estupidez. O ambos.
En consecuencia, problemas para el empleado. Y para el Municipio porque este hecho no seria el único.
¿La punta del iceberg?
Las suspicacias aumentan y más, cuando ya se habría confirmado, según fuentes consultadas por EXTRA, que durante este último mes y medio, el “acumulado” que habría provocado este empleado municipal sería de alrededor de $500.000.
También existen especulaciones que estos desfalcos a la administración pública no serían recientes ni específicos de la administración anterior, sino que vendría de al menos dos décadas atrás.
Las suposiciones se multiplican a medida que se consulta a distintas fuentes. Y algunas extraoficiales concluyen que los montos “dicen” fundamentalmente dos cosas:
1- por un lado que el empleado gozaría de cierta tranquilidad en que no lo detectarían. Lo que lleva a deducir que estaría actuando con total impunidad.
2- La segunda especulación, más grave aún y mucho más difícil de comprobar es que bajo ningún aspecto podría haber actuado solo.
Otras versiones más duras especulan en que existiría toda una red de complicidades, muy bien armada y/o muy bien protegida. “No se puede entender que en todos estos años no los hayan detectado”, aseguró una fuente confidencial a EXTRA.
En este sentido, las versiones apuntan a que el Gobierno Comunal investiga la presunta implicación de otros empleados. Y, aunque no trascendieron los nombres, ya tendrían en la mira a algunos de ellos. El intendente apunta a ir hasta las últimas consecuencias.
Lo que también se puede decir con certeza es que varios fueron los empleados municipales que celebraron. Uno de ellos le confió a EXTRA su alegría de que “hayan salido a la luz estas prácticas internas que todo el mundo conocía pero que nadie se atrevía a exponer”.
¿Qué hay de los controles?
Se sabe que quien controla y fiscaliza las arcas municipales es el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires. Es un organismo autárquico cuya misión fundamental es ejercer la supervisación externa sobre la administración y los recursos públicos para garantizar su adecuado uso, determinar responsabilidades y prevenir cualquier irregularidad.
No se puede dejar de preguntar como nunca saltó nada.
¿Qué sucederá con este empleado?
Como dice el refrán, hecha la ley hecha la trampa. Fuentes consultadas aseguran que de acuerdo a lo que estipula el Estatuto Municipal “la licencia” de Sarnícola expediría el lunes y éste tendrá que volver a su puesto laboral, hasta tanto la justicia se expida.
De no presentarse, su empleador, el Municipio de Nueve de Julio, tendrá que convocarlo para que lo haga o para que renuncie.
Suceda lo que suceda, algo queda bien en claro: el Estatuto Municipal manda y el empleado señalado deberá volver a su puesto de trabajo. Paradójicamente, continuará desempeñando el mismo cargo que hizo que su situación judicial hoy esté seriamente comprometida por presunta corrupción pública. Una sinrazón mas de la maraña burocrática que da excesiva protección a aquellos que abusan de la función publica.
Conclusiones
El caso Sarnícola abre la puerta a nuevas investigaciones internas del Municipio local. Las sospechas se renuevan y apuntan a otros casos de empleados que vienen de larga data en la función comunal. Algunos fueron oportuna e inexplicablemente “relocalizados” en otras áreas municipales en años anteriores. Son casos que se conocen puertas adentro y afuera del Palacio Municipal. La impunidad genera confianza. Y la confianza, podemos afirmar, es la perdición no solo del gato…porque hasta donde se sabe, los felinos aún no compran autos y lo anuncian por facebook.