(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
Es imposible detener o luchar contra el tiempo, es un proceso fisiológico normal de todo ser humano. Desde el nacimiento comenzamos a envejecer. Sin embargo, si buscas una forma de retrasar el envejecimiento, no existe mejor QUE HACER EJERCICIO. Un poco de actividad física al día puede extender tu vida, y darte un mejor aspecto.
Cuando hablamos de ejercicio y actividad física, existe lo que parece ser una infinidad de beneficios que puede tener el cuerpo de una persona.
Por supuesto puede ayudar a bajar de peso, a mejorar la salud cardiovascular, impulsar el metabolismo, a fortalecer músculos y huesos, a darle más flexibilidad a las extremidades, mejorar el humor, combatir el estrés, depresión, ansiedad, etc. Por lo general vemos estos beneficios de forma individual dependiendo de lo que busquemos en lugar donde desarrollemos la actividad, gimnasio, club, aire libre, pero si lo vemos todos de forma conjunta descubrimos que el ejercicio tiene un beneficio definitivo: evitar, retrasar el envejecimiento.
El ejercicio físico se ha demostrado como una intervención anti-edad. Aunque ciertamente el ejercicio no puede revertir el proceso de envejecimiento, acentúa muchos de sus efectos de deterioro sistemático y celular. Es decir, aunque hacer ejercicio no hará que una persona de 50 años regrese el tiempo para verse de 30, al menos puede reducir el impacto de la edad en el sistema corporal, que es lo que buscan muchos que quieren llevar un estilo de vida saludable, y que quieren verse bien, mejor, a una edad avanzada.
En general, cuando envejecen las personas pierden masa muscular, pueden sufrir de enfermedades del corazón y de una función inmune reducida.
El ejercicio puede ayudar a mejorar esos procesos degenerativos con la edad. El ejercicio físico regular o la actividad física tiene una influencia importante en el envejecimiento y puede ayudar a prevenir los desórdenes relacionados con la edad.
Estudios señalan que los programas de entrenamiento y de ejercicio pueden ayudar a mejorar la fuerza muscular, de balance, la salud cardiorrespiratoria, de metabolismo, tolerancia de glucosa, a las actividades de la vida diaria e incluso tener una mejor salud psicológica.
Es importante realizar actividad física a temprana edad, pero es a partir de los 28, 30 años, cuando comienza a presentarse la pérdida de masa muscular, lo cual se debe a una capacidad reducida para activación muscular y algunas alteraciones del cuerpo. Si permitimos que este deterioro continue, en paralelo con otros elementos del cuerpo, podemos envejecer mucho más rápido.
La forma de frenarlo, retrasarlo, es con actividad física.
En cuanto al tiempo, cantidad, inicialmente alcanzaría con estímulos de 20 a 30 minutos diarios, que pueden ser claves para tener un estilo de vida saludable.
Sin embargo, es muy importante acompañarlo mejorando nuestros hábitos. No importa si hacemos ejercicio si seguimos teniendo hábitos que pueden envejecernos más rápido, como comer comida chatarra o en exceso, consumir alcohol desmedidamente, fumar, etc.
Así que si quieres mantenerte joven, ágil y vital a la edad que tengas…solo necesitarás un poco de ejercicio al día.
