La raíz del éxito del emprendedor va más allá que su idea, ya que pasa por conocerse y desarrollar habilidades dentro del negocio.
(Por Lic. Gonzalo Merlo)
Hoy más que nunca hablar de emprendimiento es un tema fundamental, ya que emprender a muchas personas les resulta viable mientras que a otras no tanto. Estamos viviendo en una era en la que hacerlo se ve como una tarea fácil de lograr y también se toma como una herramienta para poder desarrollar tu potencial y llegar tan lejos como se desee. Sin embargo, existen dos factores relevantes que habrá que tomar en cuenta al momento de emprender.
El autoconocimiento y la autoconciencia son dos factores trascendentales al momento de emprender. Michael Bennet (2008) define al autoconocimiento como un proceso constante de acción sobre uno mismo que conlleva un efecto al reconocimiento a sí mismo y expresa que mediante la autoobservación se van reconociendo nuestros valores y capacidades, intereses y posibilidades (M. Bennett 2008). La autoconciencia según Daniel Goleman (2004) significa tener una profunda comprensión de las emociones, fortalezas, debilidades, necesidades y motivaciones propias.
La importancia que se debe dar a estos dos conceptos en el desarrollo del emprendimiento es vital, ya que cuanto más se conozca a sí mismo se tendrá mayor certeza de tener éxito, lo que implica ser asertivo en la toma de decisiones, se conocerán claramente sus fortalezas y debilidades.
Además de conocerse a sí mismo también se debe tener un amplio conocimiento del negocio, conocer sobre el entorno en que se va a desarrollar, sobre la gestión de los negocios pequeños y sobre la gestión de las relaciones interpersonales; estas áreas son de vital importancia ya que forman un enfoque integral que lo llevará a la toma de decisiones adecuadas.
Existen factores determinantes que afectan el rol del emprendedor, tales como su rol dentro del negocio, sus objetivos personales y de familia, su desarrollo personal y sus motivaciones personales, dichos factores son cruciales ya que impactan su percepción y su comportamiento hacia el futuro, estos detonarán el momento de actuar o decidir para su desarrollo personal y saber si es necesario postergar para obtener mejores resultados.
No sólo es importante saber lo que ocurre afuera en el mercado o dentro de la economía, sino es de mayor importancia lo que se vive dentro del sujeto, para evitar futuros fracasos, saber si está preparado para iniciar su proyecto de emprendimiento.
El cambio de perspectiva de los investigadores de mirarse hacia sí mismo para tener mayor conocimiento y tomar mayor conciencia, lo han llevado a tener mayores herramientas cognitivas y motivacionales que lo harán tomar la mejor decisión, en el momento preciso para convertirse en un emprendedor exitoso.
La opinión de sí mismo involucra emociones, motivos, rasgos, actitudes, comportamientos, metas y sus recuerdos autobiográficos; al conocerse a sí mismo se mejora la capacidad de aprendizaje, tener autoconciencia y tener identidad para poder actuar de la mejor manera.
La autoconciencia es la habilidad de enfocar la atención hacia el interior y estudiarse a sí mismo, de manera que sea auto-reflexivo; implican aspectos nuestro carácter, fortalezas y debilidades, nuestros propios deseos y también aversiones; tener autoconciencia nos ayuda a identificar los factores que nos alteran, de manera que se pueda cambiar la estrategia para mejorar la comunicación y establecer relaciones interpersonales eficaces para desarrollar empatía hacia los demás.
El tener conocimiento de nuestros propios pensamientos, de nuestras emociones y comportamientos conlleva a un estado de autocomprensión, pues las personas que muestran atención en su interior tienden a evaluarse a sí mismo en relación con un estándar, para así tener la habilidad de evaluar las alternativas para la identificación de problemas y para tener un mejor panorama en pro de un mejor ideal.
El emprendedor necesita no sólo enfocarse hacia la organización sino hacia las personas, para poder cooperar y lograr estabilidad dentro de la organización, además la autoconciencia lleva a un estado de sabiduría y de paz lo que lo ayuda a tomar mejores decisiones.
Es muy importante tener en cuenta estos conceptos ya que de ello derivará nuestro éxito o nuestro fracaso al momento de emprender, siempre hay que estar abierto al conocimiento, a autoevaluarse, a ser auto-reflexivos, a autoconocernos y a mejorarnos para tomar mejores decisiones cada día, es un trabajo constante que requiere mucha dedicación.