(Por Gonzalo Merlo – GH Soluciones)
Conocé algunas características que, aunque muchos consideren negativas, pueden motivarte a iniciar un negocio.
Casi cualquier artículo escrito sobre emprendimiento sugiere que no es para todos. Y la mayoría de estos artículos muestran listados de los atributos que las personas deben tener para ser emprendedores exitosos tales como ética laboral, persistencia y disciplina.
Emprendedores históricos como John D. Rockefeller, Henry Ford y Oprah Winfrey no triunfaron gracias a los atributos que normalmente se enlistan en estos artículos o por seguir el camino recomendado por los gurús del management.
Así que no creas lo que los demás dicen de vos o cómo te etiquetan. Tal vez tus supuestos defectos sean realmente tus cualidades. Te compartimos 12 señales que muchas personas podrían considerar como defectos, pero que pueden ser indicadores de que estás hecho para ser emprendedor.
- Odias el estatus quo
Para vos no tiene sentido que algo se haya hecho por mucho tiempo sin ninguna explicación. No eres una persona que se deja llevar por la manada.
- Te aburrís fácilmente
Aunque muchos ven esto como un defecto, la realidad es que te aburren las actividades que no te retan o ponen a prueba tus habilidades. Tal vez por eso odiabas algunas clases en la escuela. Por ejemplo, Bill Gates dejó la universidad y se convirtió en uno de los emprendedores más ricos del planeta.
- Te han despedido de varios trabajos
Eres demasiado creativo y esto puede afectar en tu trabajo en equipo, por lo que probablemente tienes en tu historial haber sido despedido. Si es difícil estar en un trabajo fijo, es posible que en realidad querés crear algo inspirador.
- Te consideran un rebelde
Sabes que la grandiosidad se encuentra fuera de los límites de la comodidad y pensás que algunas reglas no te aplican.
- Te resistes a la autoridad
Desde chico has puesto resistencia a la autoridad de tus padres, maestros y luego, de tus jefes. No estás conforme con las reglas de tu comunidad o de tu trabajo.
- Querés mejorar todo
Siempre estás viendo formas de hacer las cosas de una forma mejor y diferente. Constantemente compartís tu visión y tus ideas, a pesar de que nadie te lo haya pedido.
- Eres obsesivo
Es probable que la gente te etiquete como obsesivo/compulsivo porque una vez que inicias algo no puedes dejarlo sin terminarlo. No dejes que te convenzan que esto es una enfermedad o una deficiencia. Todos los grandes entrepreneurs se han inmerso por completo en su visión.
Por ejemplo, Howard Schultz se mantuvo con la idea de crear Starbucks aunque su familia lo persuadió de que lo dejara.
- No te gusta la soledad
El emprendedor dentro de ti tiene miedo de salir en soledad, pero también teme no hacerlo. Este miedo es común en nuestra sociedad, ya que estamos condicionados a pensar que emprender es más riesgoso que tener un “buen trabajo”. La realidad es que en ambos casos hay inestabilidad.
- Te es casi imposible relajarte
Te cuesta dormir en las noches porque tienes demasiadas ideas que te mantienen despierto y que incluso se te aparecen en sueños. A la mañana siguiente te encuentras consumido en la misma idea, lo cual te distrae en tu trabajo.
- Te sentís fuera de lugar
Siempre te has sentido incómodo contigo mismo. Hasta el momento en el que te acostumbres a la idea de que eres diferente que la mayoría de la gente, esto puede ser un problema. Si lo aprendés a canalizar, podrás convertirlo en tu motivación para reconocer que dentro de vos hay un emprendedor en potencia.