En esta temporada la alimentación de nuestros pequeños debe ser sumamente controlada, la hidratación es fundamental. La injerencia de productos dulces en los niños debe ser moderada ya que el azúcar activa las glándulas y da una sensación de saciedad que se convierte en falta de apetito. En este caso el niño deja de consumir nutrientes y los sustituye por bebidas azucaradas de alto valor glucémico afectando todos sus sistemas. En la estación donde las piletas, el sol, la diversión y las reuniones se hacen presente con más frecuencia debemos de ser cauto con respecto a que comen nuestros hijos o bajo que circunstancia lo hacen. No solo el riesgo está presente en el consumo excesivo de bebidas colas, de comida chatarra o de snack lleno de grasas saturadas, sino que también el factor climático es una tecla sensible en la elaboración de muchos alimentos. La descomposición de la comida es más rápida debido a las altas temperatura y si los ingredientes no son manipulados de forma correcta o en un ambiente controlado puede ocasionar infecciones o enfermedades.
Muchos son los factores que hacen peligrar el desorden en la alimentación de los más pequeños de la casa. Los cambios de horario, las reuniones familiares, las colonias de vacaciones y las tardes de pile conllevan a que el combo sea aun mayor. Antes de llegar a la prohibición sobre cualquier alimento debemos rescatar la importancia de mantener las rutinas de almuerzo o cena. Fomentar la toma de líquidos preferentemente agua o jugos a base de frutas. Tener siempre a mano como merienda o colación frutas de estación que son las que contienen mayor cantidad de agua. Sustituir snack comprados por hechos en casa, resultan más saludables y en ciertas medidas más económicas porque el producto final es de mejor calidad que las compradas.
Tener un control adecuado de los lugares donde nuestros hijos van a comer y en qué forma se encuentran esos establecimientos no es tarea sencilla pero debemos ser cuidadosos en fomentar que no en cualquier lugar se puede comprar comida o que no es necesario que los sándwich lleven mayonesas porque este es un producto sensible a las altas temperaturas. Informarlos, y crear la conciencia en ellos los prepara para el futuro, crear los hábitos de consumo saludables y responsable son los que van a crear el cuidado en los pequeños.
Mi recomendación es que aunque suene una utopía desaparezcan las bebidas gasificadas de la dieta diaria de los niños, organizar las comidas bajo horarios determinados. Cocinar con productos frescos y de estación, las ensaladas con verduras con variedad de colores nos dan la pauta de que contienen la mayor cantidad de nutrientes. Consumir muchas frutas en cualquier momento del día y que las colaciones o meriendas sean en lo posible elaboraciones hogareñas, sin aderezos o trozos de verduras o frutas para que el niño las pueda consumir fácilmente. Animar la práctica de la correcta higiene en las manos para no contraer enfermedades.
El papel de las frutas y verduras en verano cumple un rol fundamental gracias a que son nuestros aliados para incorporar alimentación saludable, son prácticas y ricas. La receta de esta semana incentiva a cambiar los helados típicos de heladería por unos palitos ricos, nutritivos y fáciles que seguramente los pequeños los van a querer elaborar.
Helados de frutas
- Sandia
- Jugo de mandarina
- Pelones, duraznos o ciruelas
- Arándanos
Procedimiento:
Licuar las frutas con el jugo de mandarina, rellenar los moldes para helado con los arándanos, volcar el jugo de las frutas y llevarlo a frezer mínimo 3 horas. Una vez frio y duro desmoldar para disfrutar con los niños.